CRONISTA
Tres puntos camaleónicos
Contundente victoria en un partido mucho más complicado de lo que refleja el marcador ante un rival que nos obligó a cambiar la manera de jugar.
Alineación: Jorge, Marcos, R. Gómez, Héctor, Adri, Carlos, H. Agüeros, Álvaro, R. Castro, Sergio y H. Serradilla.
Suplentes: Álex, Koke, Mati, Félix, Tomás M., Dani y Tomás G.
Goles: Hugo S. (2), R. Castro (2), Carlos y Sergio.
MVP (según los jugadores): R. Castro
Partido para consolidar sensaciones
Tras la gran victoria de la semana pasada contra el Alcobendas, en la que nuestra mejor versión apareció en la segunda parte, nos visitaba el Chopera, que venía de ganar a domicilio al Complutense, equipo que ya nos derrotó en la jornada 2.
La idea era imponer nuestro juego y ritmo desde el principio, sin esperar a que las cosas se decantaran para sacar nuestra mejor versión.
Un rival muy bien trabajado
Nuestros chicos, esta vez sí, salieron a mandar desde el inicio —Marcos ya probó portería nada más empezar—. Pero el rival también juega, y desactivó parte de nuestra presión con un posicionamiento muy particular que nos dejaba en inferioridad por dentro y en los laterales. Íbamos a presionar con la intensidad habitual, pero cuando lograban salir, generaban superioridades que no supimos compensar del todo. Es cierto que, si robábamos, el peligro era nuestro. El partido se convirtió en una bonita batalla de idas y venidas, a ver quién aprovechaba sus oportunidades.
Abrimos el marcador con un golazo de Carlos en una falta lejana: golpeo potente que superó barrera y portero (1–0). El guion siguió parecido, golpes a uno y otro lado —quizá con más filo por nuestra parte—, y con Jorge sublime, firmando dos paradones en las más claras del Chopera. Es muy probable que el partido hubiese cambiado si esas hubieran entrado. La sensación era de película de tiros y poco control. Cerca del descanso, por banda izquierda, Revuelta colgó al área, Hugo S. peinó y Sergio, siempre con la caña preparada, hizo el 2–0 con el que llegamos al descanso.
Cambio de planes en la segunda parte
Con ventaja, no nos interesaba una “peli de tiros”. Además, nuestra presión no estaba funcionando como de costumbre. Planteamos un ajuste: temporizar más que presionar, juntar por dentro en fase defensiva y dar más libertad a los extremos.
Tras algún retoque inicial, el equipo se adaptó a la perfección. No solo permitimos menos llegadas y con menos peligro, sino que nuestras transiciones fueron mucho más dañinas. Robamos con frecuencia en mediocampo y encontramos a los extremos con metros por delante. Castro y Hugo, en un estado de forma espectacular, comenzaron a recibir con espacio y a generar muchísimo peligro.
En una de esas, Castro se metió hacia dentro: su tiro rebotó en un defensa, recogió el propio rechace y, a la segunda, puso el 3–0. Algo que estamos haciendo muy bien es aprovechar el minuto posterior a marcar para apretar y golpear de nuevo: en la jornada 1, el 3–0 de Sergio llegó un minuto después del 2–0 de Álvaro; la semana pasada, Marcos hizo el 2–0 tres minutos después del 1–0 de Sergio. Ayer fue Hugo quien, al minuto del tercero, aprovechó una tremenda dejada de Sergio para firmar una maravilla: disparo sin ángulo, ajustado al único sitio posible (4–0), y cortar definitivamente las alas del Chopera, que hasta entonces nos estaba complicando.
El quinto llegó tras otra transición: conducción larga de Castro y pase al segundo palo para que Hugo, de nuevo, empujara (no era sencilla). Castro cerró el 6–0 tras robar casi en su área al central y batir al portero.
En la segunda parte generamos aún más ocasiones y prácticamente anulamos el ataque del Chopera que tantos problemas nos dio al inicio.
Seguir compitiendo en una liga “loca”
Gran victoria, no solo por la contundencia, sino por la capacidad para cambiar el plan y mostrar registros diferentes. Además, esta vez no hubo grandes bajones de intensidad ni de concentración: objetivo de la semana, cumplido.
Miramos la tabla y estamos primeros, pero en la jornada 4 eso es más una anécdota que otra cosa. La liga está loca: todos han perdido al menos un partido y hay hasta siete equipos empatados a 9 puntos. Todo el mundo puntúa contra todo el mundo. Por eso, la regularidad y el partido a partido serán fundamentales. En las cuatro jornadas, nuestras victorias han exigido sufrir y trabajar; no hay rival fácil. De momento, solo hemos jugado contra dos de los equipos del “club de las tres victorias”.
Esta semana nos visita el Periso, también en ese grupo de 9 puntos, recién descendido de División de Honor y que hace dos temporadas, en infantiles, compitió en Superliga haciendo un fantástico papel. Los chicos están compitiendo de maravilla y disfrutando. No hay mejor receta: no dormirse y competir al máximo cada minuto. ¡Este sábado, a por ello!