En el último día de mayo, el Club Baloncesto Alfaro celebró su Fiesta Fin de Temporada, una jornada de convivencia entre jugadores, entrenadores y familias y de celebración del deporte de la canasta y de una campaña más compartida y disfrutada por sus más de 220 jugadores y 25 entrenadores en quince equipos desde los más pequeños a los veteranos.

Derbis entre los equipos masculinos y femeninos de las distintas categorías, trepidantes partidos de jugadores con sus familias, un triangular alevín con Tarazona, torneos y concursos de tiro fueron los encuentros en las canchas de los pabellones del instituto Gonzalo de Berceo y del colegio público Ezequiel Moreno y en la pista 2 del polideportivo municipal La Molineta. Arbitrajes y mesas estuvieron en manos de los jugadores y entrenadores para potenciar el ambiente de convivencia. Porque en todos los partidos predominaron las sonrisas y las ganas de disfrutar juntos, en especial en los que hijos e hijas se midieron a sus familias compartiendo la alegría de la cancha.

Y el principal encuentro fue en los merenderos del polideportivo. Gracias al entregado equipo de asadores, que hizo frente con gran ánimo a los más de 30 grados de la jornada, el club invitó un año más a todos a comer un fantástico asado y compartir una tarde de juegos, conversaciones y hermandad. La de la familia verde del Club Baloncesto Alfaro.

A falta de algún amistoso y torneos, es el cierre a una temporada que deja un balance muy positivo en el Club, con todos sus equipos completos desde baby y prebenjamines a los federados sénior masculino y júnior femenino, un crecimiento en lo deportivo y en lo personal notable y una gran pasión entre los equipos base por la canasta.

La directiva del Club ya comienza a planificar la siguiente temporada. Pero antes, del 24 de junio al 4 de julio llegará la tercera edición de su Campus de Baloncesto, una iniciativa con enorme aceptación que ofrece a las familias una alternativa a la conciliación familiar y laboral y a los niños y jóvenes dos semanas de diversión y convivencia alrededor de la canasta. ¡Seguimos! #VamosVerdes