VOLVIÓ LA ANSIADA VICTORIA 

Cinco partidos después, la Agrupación Deportiva Arganda vuelve a ganar tras una racha complicada que comenzó a enderezarse con el empate de la pasada jornada ante El Álamo. Los de Alberto Cardenete visitaban al Tajamar en el estadio Colegio Tajamar, y se llevaron los tres puntos con un doblete del delantero Sergio Merino. 

El primero de los goles llegó en el segundo minuto del encuentro. Un balón de Arrojo desde campo propio hace que el arquero local saliese a despejar de puños. Pero la pelota la alcanzó ante Álvaro Sobrino, y Merino estuvo presto en el rechace para empujarla al fondo de las mallas y desquitar a los rojinegros de la presión inicial en el partido. Pero duró poco la alegría visitante, pues el Tajamar volvió a poner la igualada apenas dos minutos después. Fue a través de un penalti que indicó el colegiado y que convirtió Alberto desde los once metros tras engañar en el lado a Nando. 

La posibilidad de sumar portería a cero se esfumaba a las primera de cambio, pero lo importante fue que se pudo dar la vuelta al resultado más adelante. El partido fue entonces un tanto bronco y con muchas disputas en el centro del campo. Se sucedían imprecisiones y escasearon las ocasiones de peligro, aunque los argandeños siguieron llegando al área de Óscar Cárdenas. Bruno cabeceó un saque de esquina aunque sin concretarse el remate, se produjo una jugada rápida también con pases de cabeza que seguía haciendo daño al Tajamar. 

LA ACTUACIÓN ARBITRAL SE IMPUSO AL FÚTBOL

Los blancos sacaban la pelota jugada desde la defensa, pero la presión que ejercían los rojinegros comenzando por Sergio Merino en la punta dificultaba la circulación del balón. Los saques de banda de Joel siempre tienen mala intención, y el Arganda seguía llevando el peso de un partido que desesperó a los argandeños por la actuación arbitral. Las pocas llegadas del Tajamar eran repelidas por una defensa bien armada donde sobresalió Fran López, que anticipaba los pases contrarios, cortaba por alto y bregaba por abajo de manera impecable. 

El Tajamar no se iría al descanso sin antes tener una de las más claras de todo el encuentro. Los blancos fueron al contragolpe y la pelota le llegó a Anderson, que se revolvió y realizó un disparo tremendo que despejó Nando por poco. El segundo tiempo comenzó con una gran ocasión desde las botas de Edu Navas, que puso un balón al segundo palo que nadie logró rematar. A medida que iban pasando los minutos los rojinegros combinaron más y mejor con balón. Joel dejó una gran jugada de calidad tras recortar despues de recuperar un balón, y Sergio siempre puso la magia. Ello no quitó que el Tajamar volviera a tener una clarísima para ponerse por delante en un mano que erraron de manera incomprensible.

UNA VICTORIA CON DOBLE ALEGRÍA

En la jugada siguiente volvieron a encontrarl el hueco por la banda izquierda y, en este caso, Nando ganó el duelo con una parada decisiva. El Tajamar vivió su mejor tramo, pero Alberto Cardenete dio entrada a Adrián Bravo y Álvaro Abelleira y cambió el devenir del partido. En el minuto 79' se desató la locura en los aficionados rojinegros, que estuvieron crispados a lo largo del encuentro por el polémico arbitraje. Edu Navas fue a la presión ante el guardameta, que despejó mal y le entregó la pelota a Sergio Merino. El '9' controló la pelota y la picó por encima del portero para la alegría rojinegra, que veía cómo lo imposible se transformó en tres puntos que suponen mucho. Primero, por la necesidad de volver a ganar, segundo, por las circunstancias adversas a lo largo del duelo. 

La victoria volvió tras cinco encuentros sin sumar los tres puntos. El equipo venía de empatar ante uno de los fuertes de la Preferente, y vencieron fuera de casa. La próxima jornada enfrentará a la Agrupación Deportiva Arganda ante el Ciudad los Ángeles, que se encuentra tres puntos por debajo de los argandeños y que vienen de empatar a cero ante el Real Aranjuez. Los recuerdos del encuentro de ida son inmejorables, pue se logró la victoria ante el que era el líder de la categoría por aquel entonces.

Imagen: Cristina Pérez