FINAL TRÁGICO EN EL ÁLAMO

La quinta jornada de la Categoría Preferente madrileña grupo segundo enfrentaba a El Álamo ante la Agrupación Deportiva Arganda. La anterior jornada concluyó con sensaciones diferentes para sendas escuadras. Los locales perdieron por goleada tras ganar en los anteriores tres encuentros. Los rojinegros, en cambio, continuaron la senda de sumar puntos. Fue en casa, en el Municipal de Arganda del Rey, ante el RSC Internacional. Aunque las sensaciones antes de comenzar el partido fueron dispares, El Álamo se encuentra en la parte alta de la tabla, y los de Alberto Cardenete por la cola.

PARTIDO CON MUCHO RITMO

Tres cambios se realizaron en el once argandeño con respecto a la anterior jornada. El capitán Manolo volvía tras unas molestias en el último partido en casa, Joel debutó como titular tras la asistencia en el gol ante el Inter. Perea repitió titularidad y Adrián Martín jugó desde el inicio. Ya desde el principio el partido prometía emoción. Apenas transcurrieron cinco minutos cuando Álvaro Sobrino fue derribado dentro del área en un salto. Provocó el penalti que convirtió Manolo, en un regreso estelar con el equipo. La pasada temporada ya fue el máximo anotador del equipo, y volvió a ver portería en una de sus especialidades, los lanzamientos de penalti. Los locales se repusieron del mismo modo, tras aprovechar una infracción dentro del área que resolvió Doval. Sobrino tuvo que marcharse sustituido en la primera mitad tras el lance del penalti. Adrián Bravo entró en su lugar.

DESENLACE POLÉMICO

En la segunda mitad se sucedieron ocasiones para ambos equipos, y los saques laterales de Joel fueron las jugadas de mayor peligro para el Arganda. Por parte de los locales, el dorsal '18', Juanito, generó peligro desde los primeros instantes de juego. Manso gozó de una gran ocasión en el 85', pero no tuvo fortuna. En el descuento cambió su suerte, y el colegiado validó el remate de cabeza que sacó Manolo en la línea de gol. La pelota tocó en el larguero y entró, acorde al criterio del árbitro. La afición clamaba a los suyos por la remontada tardía, frente a las dudas y quejas de los rojinegros. Un desenlace cruel en un partido competido del cual el Arganda se fue con las manos vacías. 

Jorge Cascón Guerra, desde el Estadio Facundo Rivas

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