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Entrevista a Paco Román, entrenador de nuestro equipo regional


P: Hola Paco, ¿cómo llevas el confinamiento?

R: Intento mantener mis hábitos de vida. De lunes a viernes, me sigo levantando a la misma hora de siempre (seis de la mañana). Me tomo mi té con hinojo y empiezo a teletrabajar. Así lleno toda la mañana. Después de almuerzo veo algo de televisión, deseando que lleguen las ocho de la noche para hacer un par de horas de deporte. Es mi único contacto con la calle y lo disfruto al máximo.

P: ¿En qué clubes estuviste en tu etapa como jugador?

R: Yo viví una época completamente distinta a la de ahora. Sólo había tres categorías: infantil, juvenil y regional. No existían cadenas como ahora. Jugué en infantiles en el Atlético Schamann, en juveniles en el Cortefiel y en regionales, hasta que me fui al cuartel, en el Vega Guerra.

P: ¿De qué jugabas?

R: Tuve la suerte de jugar en la posición más bonita: portero. Desde esa posición aprendí a analizar al contrario, a leer movimientos, a posicionar jugadores. Lo único que eché de menos en la portería es el poder celebrar los goles con el resto del equipo.

P: ¿Cómo fueron tus comienzos como entrenador y a qué clubes has entrenado?

R: Empecé entrenando a los porteros del Alcaraván en un campo que había subiendo la carretera de Chile. Llevaba el coche cargado de balones, conos, sogas, aros, garrafas de agua...

Cuando llegué a los banquillos, entrené en todas las categorias del fútbol base, desde benjamín hasta juvenil. Siempre en el Alcaraván.

Ya en regionales, completé cuatro temporadas en un histórico como el Guanarteme.

Después de dieciséis años de banquillos, decidí que ya era el momento de pasar a la reserva y rebajar la tensión competitiva de todas las semanas. Me refugié en el fútbol veterano, donde mantuve encendida unos cuantos años la llama de los banquillos.

Hasta que llegó el Lomo Blanco.

P: ¿Por qué viniste al Lomo Blanco?

R: Jorge estaba colaborando con Paquito Peña y Elvis en equipos de la base del Lomo Blanco. Me comentó que desde el club le habían pedido que hablase conmigo para ver si les echaba una mano en un nuevo proyecto de un equipo regional que querían hacer. Yo, que estaba muy agradecido al club por el trato dado a Jorge, no pude decir que no. Con el paso de los años me he dado cuenta de lo acertada de mi decisión.

P: ¿Cuál es tu mejor recuerdo en el club?

R: Mi mejor recuerdo lo llevo grabado en la memoria. Fue el primer partido de liga de esta segunda etapa del regional Lomo Blanco. Un nuevo proyecto comenzaba a caminar. Yo tenía una sensación parecida a la del nacimiento de un hijo. Al fin y al cabo yo lo sentía, en parte, como algo mío. Entre Jorge y yo, más los consejos de Pedro Placeres, tuvimos que formar un equipo nuevo entre más de 80 jugadores... ¡en 15 ó 20 sesiones de entrenamiento! ¡Y qué buen ojo tuvimos! Recuerdo con emoción que para ese partido yo había convocado a los jugadores a las ocho en nuestro campo. Pues yo, como siempre hago, llegué a las siete y media, y ya estaban todos allí. La ilusión los desbordaba. Muchos de ellos no competían desde hacía un montón de años. Poquitos habían jugado en categoría regional. Pero las ganas de hacer algo grande podían con todo. Desde ese momento me di cuenta de que íbamos a ser capaces de volver a escribir páginas gloriosas en la brillante historia de este club.

P: ¿Cómo valoras la trayectoria del equipo regional en esta segunda etapa tras su refundación?

R: Yo valoro esta segunda etapa del equipo regional con nota muy alta. En estos cinco años hemos sido capaces de ganarnos el respeto en la categoría. Somos un equipo humilde pero a la vez incómodo para nuestros adversarios. En estos cinco años hemos conseguido nuestro gol 400 (Nelson), el 500 (Pedro), el 600 (Torres) y este año el 700 (Rosales). Hemos batido nuestro récord de imbatibilidad. Hemos estado mucho más tiempo coqueteando con los puestos altos de la tabla que con las posiciones de abajo. Eso es debido al gen ganador que hemos sido capaces de inyectar al grupo. Tanto Víctor como yo somos ambiciosos por naturaleza. Precisamente esa ambición ha hecho, en ocasiones, que perdiésemos un punto por ir a buscar los tres. Pero no podemos ser de otra manera. Nuestro equipo en estos cinco años siempre ha sido descarado, fuera quien fuera el rival.

Y ya que hablamos de historia, permíteme que recuerde a las personas que han estado junto a mí en este período, y que sin su ayuda hubiese sido imposible consolidar el grupo. Ellos son Jorge, Siso, Víctor y, por supuesto, el alma máter de todo esto, Pedro Placeres.

P: ¿Qué crees que le depara al regional en el futuro más cercano?

R: Yo estoy convencido de que este equipo, más temprano que tarde, estará jugando en la categoría preferente del fútbol regional. No tiene que envidiar nada de nadie. Lo tiene todo: Jugadores peloteros, que en este barrio salen de debajo de las piedras, unas instalaciones fantásticas y, sobre todo, una persona como Pedro Placeres, empeñada en hacer llegar a este equipo lo más lejos posible.

En este punto, me gustaría traer a la memoria a todos esos jugadores que en algún momento defendieron los colores de este club y que en la actualidad compiten bajo otra camiseta, a aquellos otros que nos dejaron por cambiar su residencia fuera de esta isla, y también a los que simplemente no están porque dejaron de jugar al fútbol después de habernos elegido a nosotros para su retirada de los terrenos de juego. A todos ellos, muchas gracias.

Por último, agradecer también a la gente que rodea el club, empezando por su presidente José Ruano, Manolín, Pedro, Quico, Angelote, Jacob o la fiel afición, el respeto que siempre me han dispensado y la oportunidad que me han brindado de poder dirigir durante cinco años a uno de los clubes con más historia de nuestro fútbol. Y es que 50 años no se cumplen todos los días. Yo lo considero el broche de oro de mi historial deportivo. Todo un lujo.


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