<%=Club.Nombre %>

EL PAPEL DE LA PROPIOCEPCION EN LA PREVENCION DE LESIONES DEL FUTBOLISTA


El objetivo de este artículo consiste en acercar un concepto que probablemente muchos entrenadores conocerán, pero que todavía a día de hoy es un gran olvidado: LA PROPIOCEPCION.

Actualmente, y simplificando al máximo la definición, entendemos por propiocepción como “la CONCIENCIA de posición y movimiento articular, velocidad y detección de la fuerza de movimiento, así como de otros procesos internos que suceden en nuestro organismo”.

Es decir, nuestro cuerpo tiene una extensa y compleja red de nervios que informan constantemente a nuestro sistema nervioso central (a nuestra consciencia) de cómo se encuentra nuestro organismo con respecto al espacio, tanto estática como dinámicamente. Y este proceso ocurre sin que nosotros seamos conscientes de ello, igual que el latido cardiaco o los movimientos peristálticos de nuestro sistema digestivo.

La propiocepción aporta una información muy valiosa sobre aspectos de nuestro cuerpo en los cuales no hemos reparado. Por ejemplo, si cerráramos los ojos y alguien nos preguntara sobre cómo estamos colocados respecto al espacio (si estamos de pie o sentados, con los brazos extendidos o flexionados, etc.) seriamos capaces de responderle con total exactitud, puesto que nuestra red propioceptiva ya nos aporta toda esa información sin necesidad de tener los ojos abiertos. Quizá esto nos parece algo obvio, pero no sé si muchos de nuestros lectores  se habrán parado a pensar cómo es posible que seamos conscientes de determinadas cosas sobre nuestro cuerpo sin necesidad de mirarnos.

Podríamos introducir mucha más información teórica sobre esta compleja red nerviosa que tanto interviene, sin que nosotros lo sepamos, en nuestra vida diaria. Pero ese no es el objetivo de este artículo. Internet está lleno de información sobre todo esto que os he comentado acerca de la propiocepción.

El objetivo de este artículo es “sacar a la palestra” un tema que es de absoluta actualidad en el mundo del deporte, y más concretamente en el futbol. Me refiero a las tan temidas LESIONES.

El trabajo de la propiocepción en el futbol ha estado siempre muy ligado al sector médico y fisioterapéutico  de los equipos, sobre todo aquellos que militan en la elite, por la accesibilidad a determinados medios los cuales no disponemos en el futbol base. De todos es sabido que cuando entrenamos la propiocepción, estamos mejorando la respuesta de nuestros futbolistas ante determinadas situaciones que se plantean en un entrenamiento o un partido de futbol, es decir, estamos trabajando en la prevención de lesiones. Seguro que si buscáis en la red sobre cómo trabajar esta capacidad y que tipo de ejercicios podéis utilizar, encontrareis muchísima información que os podrá ser muy útil y que enriquecerá vuestros entrenamientos. Desde ejercicios con un solo apoyo (a la pata coja), con los ojos cerrados, multisaltos… hasta ejercicios sobre platos o pelotas inestables (bosus) que dificulten mucho más la ejecución del ejercicio requerido y entrenen nuestras articulaciones y nuestros músculos.

La variedad de ejercicios es muy amplia, e incluso muchas veces no sigue un patrón demasiado estricto, siendo la creatividad del preparador físico/entrenador/fisioterapeuta la mejor arma para diseñar ejercicios que a la vez sean divertidos y atractivos para el deportista.

Dicho todo esto, me gustaría haceros reflexionar sobre este tema. No quiero convencer a nadie y mucho menos quitarle razón a los miles de profesionales de la materia que probablemente piensen muy diferente a mí.

 En un mundo futbolístico que cada día está más profesionalizado y donde los técnicos se preocupan cada vez más en adquirir CONOCIMIENTO sobre los aspectos del juego, me parece fundamental relacionar futbol con propiocepción y prevención de lesiones.

Como antes os he comentado, nuestra red propioceptiva trabaja de una manera inconsciente para el individuo y nos informa de todo momento sobre el grado de contracción o relajación de un musculo, o la posición de una articulación con respecto al espacio. Gracias a esto, yo soy capaz de ir andando por la calle hablando con una persona y no caerme o torcerme un tobillo. Estos nervios (propioceptores) coordinan la actividad de mis músculos, tendones y articulaciones para que esto sea posible.

Entonces, llegados a este punto, ¿Qué sentido tiene realizar ejercicios sobre una pelota o plato inestable si en todo momento estoy siendo CONSCIENTE de dicho desequilibrio? ¿Acaso la propiocepción no es un proceso que ocurre de manera INCONSCIENTE? ¿No es el futbol un deporte donde el entorno es completamente variable y las situaciones del juego están cargadas de incertidumbre?

Hace tiempo que llevo haciéndome estas preguntas, y después de hablar con algún que otro preparador físico (tanto de futbol base como de escalafones más profesionales) y de haber leído varios estudios científicos sobre prevención de lesiones he llegado a las siguientes conclusiones:

  1. El trabajo de la propiocepción es FUNDAMENTAL en la RECUPERACION de un deportista lesionado, ya que el tiempo de inactividad y la perdida de información por culpa de dicha lesión en un tejido hace que perdamos en gran parte esta capacidad fundamental de nuestro organismo.
  2. Aquí entran en juego 2 personas muy importantes dentro de un staff deportivo como son el fisioterapeuta y el preparador físico/recuperador (también puede ser un fisioterapeuta/recuperador). Estos se encargaran de protocolizar este tipo de trabajo y poco a poco reintroducir al deportista en los entrenamientos y en la competición.
  3. Por otro lado, y puesto que el entorno y las situaciones del juego son impredecibles, considero que la mejor manera de prevenir lesiones es la buena gestión entre cargas de trabajo/recuperación y sobretodo una buena alimentación. Esto será responsabilidad del entrenador, preparador físico y nutricionista del club. Cualquier ejercicio de entrenamiento contextualizado al juego, en un entorno inestable, con cambios de ritmo y dirección, con oposición y donde el jugador deba estar constantemente analizando la variante espacio-tiempo, es la MEJOR manera de entrenar y coordinar esta capacidad tan importante como es la PROPIOCEPCION.
  4. De nada nos sirve si nuestro objetivo es evitar lesiones, que nuestros ejercicios estén totalmente desnaturalizados del juego y entrenemos a nuestros deportistas en situaciones que nunca se van a dar en su práctica deportiva. Los patrones de movimiento de un sprint al recibir un balón al espacio o de un salto ante la entrada de un rival donde los gestos son casi automáticos, nada tienen que ver con mantener el equilibrio a la pata coja devolviendo el balón a un compañero o cualquier otro ejercicio que se os ocurra. En este último caso, estoy siendo consciente en todo momento de mi cuerpo, mientras que durante el juego no lo estoy siendo.
  5. Aunque parezca contradictorio, no descartaría este tipo de trabajo inespecífico y descontextualizado del juego, puesto que puede ser interesante como parte del reposo activo del deportista las 24 o 48 horas posteriores a la competición. Los objetivos irían más encaminados a tareas de tipo lúdico que nos permitan despejar la mente del futbolista sin estar en completo reposo.

 

PINCHA AQUI PARA VER EL ENLACE DEL ARTÍCULO


Comparte en:

  • X (Twitter)