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RINUS MICHELS, EL PADRE DEL 'FUTBOL TOTAL'.


RINUS MICHELS, el padre del 'FUTBOL TOTAL'.

Fue nombrado por The Times y la FIFA el mejor entrenador de la historia. El técnico holandés cambió para siempre el fútbol con sus nuevos conceptos, englobados en el llamado 'fútbol total'. Michels cronstruyó equipos míticos, como el Ajax de Cruyff o la 'Naranja Mecánica' del Mundial de 1974.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FICHA:

  • Marinus Jacobus Hendricus Michels (Ámsterdam,9 de febrero de 1928- Aalst, Bélgica, 3 de marzo de 2005)

EQUIPOS:

  • Ajax (Holanda), FC Barcelona (España), Selección de Holanda, Los Angeles Aztecs (Estados Unidos), Colonia y Bayer Leverkusen (Alemania)

PALMARÉS:

  • Campeón de la Eurocopa de 1998
  • Campeón de Europa con el Ajax 1971
  • Campeón de la Eredivisie: 1966, 1967, 1968 y 1970
  • Campeón de la Copa de Holanda: 1967, 1970 y 1974
  • Camepón de la Liga Española 1974
  • Campeón de la Copa de Rey de España: 1978
  • Campeón de la Copa de Alemania: 1983

Muchos holandeses acabaron con una extraña sensación el Mundial de 2010. Holanda, sí, había conseguido llegar a la final contra todo pronóstico. La tercera de su historia. Sin embargo, la selección ‘oranje’ había mutado, era otro equipo. Los más críticos le dieron una vuelta a la ‘Naranja Mecánica’. Esta vez el apelativo no servía para destacar las virtudes futbolísticas del equipo, sino para criticar un estilo en el que cada futbolista formaba parte de una cadena de montaje, sin libertad para crear. El autor de este nuevo engranaje fue Bert Van Marwijk, seleccionador de Holanda en 2010, quien justificó su estilo tras una violenta final ante España. “No es algo bueno ver tantas faltas en una final, no es nuestro estilo, pero hay que recordar que esto es una final y jugábamos para ganar", espetó el seleccionador ‘oranje’. Cuatro años después, es curioso ver que casi nadie se acuerda de Van Marwijk, un entrenador que, curiosamente, consiguió llegar igual de lejos que Rinus Michels en los Mundiales. Pero Van Marwijk cometió un error mayúsculo: borró la identidad de Holanda. El trabajo de años y años, cuyo padre fue Rinus Michels, el ideólogo de una selección y un fútbol que estuvo por encima de los títulos. Lo importante, simplemente, era la forma.

“Llámenme Míster”

Rinus Michels cambió al fútbol holandés y al Ajax, al que ligó casi toda su vida. Primero como jugador, donde tuvo una carrera exitosa, jugando 269 partidos y marcado 121 goles. Delantero centro, Michels jugó cinco partido con la selección holandesa, un equipo al que años después convertiría en la envidia del mundo. Si uno mira el palmarés del Ajax, descubre que sólo diez Ligas adornaban sus vitrinas antes de la llegada de Michels al banquillo. No había rastro de ningún título europeo, por entonces una quimera para el equipo ajacied, perita en dulce para los grandes del viejo continente. Una dinámica que cambió con la llegada de Rinus Michels al club un 22 de enero de 1965. El impacto fue total: el equipo pasó de pelear por salvarse del descenso a ganar la Liga un año después. Cinco más tarde, el club colocó su primera Copa de Europa en el museo. Pero todo eso se comenzó fraguar en el primer día de entrenamiento del técnico holandés. Michels saludó uno a uno a todos sus jugadores, entre ellos un joven flacucho de nombre Johan y apellido Cruyff. “Llámenme Míster”, apuntó a sus jugadores. Los futbolistas se miraron sorprendidos, sin entender muy bien que ese tipo con maneras de General (así pasaría a la historia) fuera capaz de levantar a un equipo muerto.

Los jugadores enfilaron el camino al campo de entrenamiento mirando de reojo a su entrenador, quien trotaba alrededor en una pista roja con una libreta en la mano. Michels apuntó ahí todos los detalles de la primera sesión: los aciertos, los tiempos de carrera de sus jugadores, los errores… Al día siguiente, el técnico holandés reunió a sus jugadores para la primera charla. “Vamos a organizar un estilo de juego al que llamaremos pressing football”, señaló. Nadie entendía muy bien lo que quería decir. Unas palabras que fueron rebotadas por la prensa, que lo bautizó como ‘fútbol total’. Unos años después, tras ganar varios títulos de Liga y la Copa de Europa, Michels explicó su idea: “Acosar sin tregua ni respiro al adversario para recuperar la posesión del balón, y no ceder a ningún precio la iniciativa del ataque al contrincante, contando con dos requisitos básicos: un espíritu de lucha inquebrantable y una perfecta preparación física, sin los cuales el sistema se derrumba irremediablemente”.

Europa, la obsesión

Michels, a pesar de ser un técnico que amaba la disciplina, otorgó total libertad a sus jugadores, eso sí, siempre sobre tres puntos básicos: practica del fuera de juego, pressing ofensivo y posesión del balón. También desarrolló un completo plan de entrenamiento para Johan Cruyff, con el objetivo de fortalecer todas sus facultades y potenciar un físico frágil. 

Un año después de su llegada al club, el Ajax de Michels se cruzó con el mítico Liverpool de Bill Shankly en la Copa de Europa. Esta vez el enfrentamiento no fue ningún trámite para el grande: el Ajax destrozó a los ‘reds’ con un contundente 5-1 en la ida. La vuelta en Anfield acabó con un empate a dos. Sin embargo, el equipo holandés no pudo pasar de los cuartos de final, donde el Dukla Praga ejerció de verdugo. El siguiente intento en la Copa de Europa se frustró en la primera ronde, donde el Ajax fue eliminado por el Real Madrid. El gran salto llegó en la temporada 1968-1969. Los holandeses, tras haber eliminado al Nuremberg, Fenerbahçe, Benfica y Spartak Trnava, se plantaron por fin en la final. Pero el enemigo, el Milan, era demasiado grande para un equipo que aún necesitaba pulir ciertos defectos. Prati, con dos goles en el primer tiempo, encarriló la final para los italianos. El gol de Vasobic en el minuto sesenta de partido dio esperanzas a los holandeses, que acabaron por morir con los dos tantos del Milan en los últimos veinte minutos. Europa se había convertido en una obsesión, y más después de que su eterno enemigo, el Feyenoord, se convirtiera en campeón de Europa en 1970.

El premio llegó en 1971. Michels había reforzado al equipo con jugadores como de Ruud Krol y Gerry Mühren. Nombres que se unían a los Neeskens, Haan, Keizar, Cruyff… Un equipo de ensueño con un solo destino: ganar la Copa de Europa. El Ajax se paseó antes de llegar a la final, derrotando al Atlético de Madrid, Celtic y Basilea por 3-0 en casa. La final fue en Wembley ante el sorprendente Panathinaikos, un equipo que venía de remontar un 4-1 en contra en las semifinales ante el Estrella Roja. Pero no hubo opción para los griegos en el partido. El Ajax abrió el marcador en el minuto cinco por medio de Dick van Dijk y lo cerró en los últimos instántes con el gol de Arie Haan. La primera Copa de Europa del Ajax viajaba a Holanda, era el triunfo de una idea revolucionaria, donde ganar era importante, pero aún más importante era el cómo.

Viaje a Barcelona

Para sorpresa de todos, Rinus Michels abandonó al Ajax, dejando a Stefan Kovacs, su ayudante, a los mandos del equipo. El técnico rumano dio un nuevo impulso a las ideas de su mentor, llevando al Ajax a ganar dos Copas de Europa de manera consecutiva. Mientras tanto, Michels apostó por un nuevo reto: acabar con la hegemonía del Real Madrid de Miguel Muñoz. No obstante, el holandés dejó algo más en el club azulgrana. Plantó la semilla de lo que es hoy en día el Barcelona. En la actualidad nadie puede entender el Barça sin el peso de cantera, sin su 1-4-4-3 o su estilo de juego, marcado por la posesión del balón. Michels introdujo todas esas ideas, que terminaron de calar hondo con la llegada de Johan Cruyff en 1974. Entre los dos hicieron campeón del Liga al Barcelona ese mismo año.

Como ya hizo tras ganar con el Ajax, Michels decidió salir del Barcelona, buscando un nuevo equipo donde seguir plasmando sus ideas. El destino fue la selección holandesa, a la que convirtió en un equipo mítico. No ha habido ninguna selección que haya jugado como la ‘Naranja Mecánica’ en el Mundial de 1974. Jan Jongloboed; Ruud Krol, Wim Rijsbergen, Wim Suurbier, Adrianus Haan, Wim Jansen, Johan Neeskens, Johan Cruyff, Rob Resenbrink, Jhonny Rep y Willem van Hanegem. Ese fue el once tipo de Michels durante todo el campeonato, que arrancó con una victoria por 2-0 ante Uruguay. Sin embargo, Holanda no pudo con el rocoso equipo sueco días después. Un empate que le obligó a jugársela ante Bulgaria, a la que no dio opción alguna goleando 4-1. Todos los ojos miraron para aquella atípica selección, en los futbolistas gozaban de plena libertad fuera del campo. La siguiente fase fue un paseo para la ‘Naranja Mecánica’: 4-0 a Argentina, 0-2 a Alemania Democrática y 2-0 a Brasil. Todas las quinielas daban como máxima favorita a Holanda. No importaba que Alemania jugara en casa, Holanda, ese equipo donde ataque y defensa se unían en un todo, parecía imposible de batir. Una sensación que se acentuó aún más con el gol de Neeskens de penalti en el minuto dos. Las crónicas apuntaban a una nueva goleada, pero Alemania llevó el partido a su terreno, frenando la máquina holandesa. Breitner (de penalti) y Müller dieron al vuelta al marcador antes de llegar al descanso. La sorpresa se hizo realidad en el minuto noventa. Alemania había derrotado a Holanda. A pocos le importó el KO en la final, Michels pasó a la historia como creador de un equipo brillante. The Times, décadas después, le señaló como el mejor entrenador de la historia del fútbol mundial.

Vuelta a casa

 Después de construir la ‘Naranja Mecánica’, Michels volvió al Ajax, donde estuvo tan solo un año. El FC Barcelona le volvió a llamar con el objetivo de apuntalar las bases que había puesto dos años antes. Fue una nueva etapa de azulgrana, que duró desde 1976 a 1978. Desde ahí marchó a Estados Unidos, a los Los Angeles Aztecs, para volver a Europa, al Colonia. Pero Michels no se podía despedir sin tocar de nuevo la cima. La selección holandesa, catorce años después de la final del Mundial ante Alemania, le reclamó para la Eurocopa de 1988. El técnico holandés se encontró con una nueva generación de futbolistas, brillantes a la hora de plasmar sobre el campo sus conceptos. Ronald Koeman, Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten… Michels y toda Holanda se tomaron su particular venganza de 1974 derrotando a Alemania en las semifinales. Marco van Basten, producto  de la cantera del Ajax que Michels empezó a potenciar, metió a los tulipanes en la final (2-1). Holanda por fin levantó su primer gran título tras ganar a la URSS 2-0, con tantos de Gullit y Marco van Basten.

Tras el éxito en la Eurocopa, Michels retornó fichó por el Bayer Leverkusen y se despidió de los banquillos en 1992 tras volver una vez más a la selección holandesa. "Era un entrenador con una superioridad natural que era respetada por el equipo; un hombre de pocas palabras, aunque en su última época se volvió más humano". Así define Ronald Koeman al técnico holandés, quien falleció en febrero de 2005 por culpa de un problema cardíaco. El fútbol decía adiós a una de las personas que mejor han sabido entenderlo. Y es que sus ideas, casi cincuenta años después de su primera charla en el vestuario del Ajax, están más vivas que nunca.


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