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El horario de atención a padres en la secretaría del club será de lunes a viernes en HORARIO de 16:30h A 19:00
Desde la creación del fútbol como deporte de conjuntoeste se convirtió en una de las actividades deportivas más practicadas en el mundo, por personas de todas las edades y géneros. Por otra parte, inherentemente a su ejecución se presentan lesiones en diferentes partes del cuerpo, que pueden ser desde leves a graves.
El fútbol es un deporte de gran relevancia en la sociedad y los individuos que integran los equipos se convierten en deportistas de alto rendimiento que están obligados a satisfacer las exigencias que marcan los preparadores físicos de los equipos previa revisión orgánica de los fisioterapeutas.
En forma general, los conocimientos profesionales del fisioterapeuta le permiten estar capacitado para proporcionar diversos tipos de masajes a los deportistas cuando estos los necesitan, como en el caso de un calambre, para activar algunos músculos que se encuentran “anudados”, además proporcionan ayuda para colocarse los vendajes a los porteros y así prevenir lesiones.
La fisioterapia ha evolucionado en la aplicación de las técnicas utilizadas para el tratamiento de los diferentes padecimientos de las personas que solicitan el apoyo del fisioterapeuta. Esto ha motivado que los fisioterapeutas se especialicen cada día como ocurre con la fisioterapia del fútbol. La inclusión de los fisioterapeutas en los equipos de fútbol es relativamente nueva y esta cubre una serie de funciones desde el punto de vista deportivo, mismas que se describen en los siguientes apartados:
Todo deportista profesional está expuesto a alguna de las lesiones más frecuentes, y los futbolistas no son para nada una excepción.
Debido a toda la carga que tienen los jugadores por los impactos que reciben cuando se barren por el balón o porque se resbalan, se puede tener todo tipo de lesiones propias de una patología traumática, como consecuencia de caídas y encontronazos entre los jugadores, pero en la práctica, los casos más frecuentes son:
Los porteros sufren lesiones diferentes, ya que su tarea dentro del equipo es también completamente diferente; puede sufrir:
A pesar de este artículo, el fútbol sigue siendo considerado como un deporte seguro ya que las tasas de lesión en todos los torneos para jugadores de todas las edades son bastantes bajas.
Por lo tanto, si entrenas y te preparas bien físicamente en el fútbol, no te preocupes, ya que aún, sigue siendo una actividad segura.
FISIOTERAPEUTA DEL CADIZ C.F. SAD.
Por suerte o por desgracia, el club para el que trabajo lleva varios años en el pozo de la segunda división B del fútbol español. ¿Que quiere decir esto?. Pues que las condiciones que se dan en esta categoría no son las mismas que en categorías superiores. Ya sea a nivel de instalaciones, de material, de medios de transporte, de hoteles...en esta categoría es fácil que estos factores influyan a la hora de que este tipo de lesiones sea la más común. Además de esto, lo apretado del calendario de competición y la gran cantidad de partidos hacen, que la musculatura del jugador sufra este estrés.
CAUSAS MÁS FRECUENTES DE LESIÓN MUSCULAR
Tecnológicas: Debidas a un material inadecuado, a movimientos defectuosos, mala técnica...
Fallo electrolítico: Exceso de sudoración o diuresis. Perdida excesiva de iones(sodio, potasio, magnesio...) y de agua.
Trabajo excesivo: Suele aparecer al final de los partidos. Trabajo en anaerobiosis, produciéndose demasiado ácido láctico y acidosis intrafibrilar. Se produce una perturbación en los cambios iónicos de la membrana. Esto se agrava por la continuación del esfuerzo y se instala un círculo vicioso ya que se impide la llegada del aporte sanguíneo y oxígeno por la contracción y no se elimina el ácido láctico.
Temperatura: El frío puede provocar que no haya un buen aporte sanguíneo al músculo debido a la vasoconstricción. El calor p.ej. puede provocar un exceso de sudoración...
Cambio de entrenador: Cuando se produce un cambio de entrenador en un equipo, no sólo cambia este cargo. Muchas veces también trae consigo el cambio de preparador físico y otras ocupaciones...Normalmente un entrenador nuevo viene a un equipo porque el anterior ha fracasado en sus objetivos. Cada entrenador tiene una forma de plantear los entrenamientos, los partidos y puede que intensifique los entrenamientos para que sus sistemas sean captados con la mayor brevedad posible. Esto hace que aumente el número de sesiones de entreno y hay veces en la que la recuperación postesfuerzo no es la suficiente.
Si el cambio se produce en el preparador físico ocurre algo muy parecido. No todos trabajan de la misma manera y puede que al principio este cambio afecte a los jugadores y a sus músculos.
Cambio de superficie de entrenamiento: Las inserciones musculares sobre todo son las que se ven más afectadas por estos cambios. Cuando al principio hablábamos de que las divisiones inferiores se ven más afectadas, éste es un claro ejemplo de por qué. Un equipo de élite dispone de suficientes instalaciones para cuando un campo de entrenamiento se encuentre en mal estado, cambiarlo por otro. En los equipos de divisiones inferiores los medios no son los mismos. Sólo se suele disponer de un único campo o en su defecto de otros no de las mismas condiciones. Hay veces que cuando no se dispone de campo o debido a las condiciones climatológicas se recurre a realizar los entrenamientos en pabellones cubiertos, en la playa, en el bosque etc...Esto trae consigo que el cuerpo se tiene que adaptar a distintos tipos de dureza del terreno. La amortiguación no es la misma en cemento, en parquet o en arena que en césped, y la fuerza que el cuerpo tiene que hacer para adaptarse a estos cambios no es la misma. Si esto ocurre varias veces seguidas y de forma continuada los músculos se ven afectados por sobrecargas.
Desequilibrio muscular: Este puede ser uno de los motivos más frecuentes de lesiones musculares. Cuando se realiza un movimiento, existe un músculo que es el que realiza la función principal, otros sinérgicos y otros antagonistas. Para que un músculo pueda contraerse correctamente necesitamos que otro se relaje y deje hacer el movimiento con normalidad. Si el músculo que realiza el movimiento es demasiado fuerte en relación a su antagonista, éste puede que no soporte esa tracción y rompa en un momento del movimiento.
Incoordinación muscular: Como puede ocurrir por ejemplo en el fallo de un golpeo al balón.
Frenadas bruscas: Cuando ocurre esto, se produce un aumento de la presión intramuscular y hay veces que el músculo no la soporta y se rompe.
Otros: Falta de descanso, mala alimentación, infecciones...
LESIONES NO TRAUMÁTICAS:
¨ CALAMBRES ¨ OTROS...
¨ CALAMBRES
¨ OTROS...
LESIONES TRAUMÁTICAS:
¨ CONTUSIÓN ¨ ELONGACIÓN O ESTIRAMIENTO ¨ SOBRECARGA ¨ CONTRACTURA ¨ DESGARRO O ROTURA FIBRILAR ¨ ROTURA MUSCULAR ¨ COMPLICACIONES DE LA CICATRIZ
¨ CONTUSIÓN
¨ ELONGACIÓN O ESTIRAMIENTO
¨ SOBRECARGA
¨ CONTRACTURA
¨ DESGARRO O ROTURA FIBRILAR
¨ ROTURA MUSCULAR
¨ COMPLICACIONES DE LA CICATRIZ
Calambres: Es una contracción involuntaria, pasajera y dolorosa de uno o varios músculos, espontáneamente reversible por el estiramiento y la compresión. Provoca dolor local, molestias y espasmo del músculo afectado y una incapacidad para relajarlo.
Contusión: Traumatismo directo sobre el cuerpo muscular. En el deportista el músculo suele estar en contracción por lo que es más fácilmente desgarrable.
La gravedad viene dada por la fuerza del impacto y por el grado de contracción en el momento del traumatismo.
El resultado de la lesión será la producción de un hematoma intramuscular o intermuscular. La localización más común suele ser en la cara externa del muslo.
Provoca un dolor vivo. Impotencia funcional inmediata o posterior. Si el hematoma es importante puede haber fluctuación. A las pocas horas puede aparecer equimosis que puede emigrar a zonas declives.
Si se ha producido rotura de fibras, puede aparecer una deformidad con depresión.
Elongación o estiramiento: Distensión de algunas fibrillas pero manteniéndose su integridad y la de la aponeurosis. El deportista siente un dolor muy vivo a nivel muscular, que no llega a impedir la realización de ejercicio. El músculo es sensible a la palpación y está medianamente contraído. Con la movilización activa reaparece el dolor y cesa con el reposo. No suele haber equimosis superficial. De difícil localización del lugar exacto, ya que el dolor es difuso en la masa muscular.
Sobrecarga: Aparecen ligeras molestias en el músculo que no impiden la realización del ejercicio. Normalmente el deportista refiere las molestias al acabar el entrenamiento o partido. Suele ser el grado 1 de las roturas musculares. A la palpación el músculo aparece más tenso. No existe dolor a la contracción. El jugador puede estirar el músculo, no existe limitación al estiramiento. Puede aparecer un punto doloroso localizado en el músculo.
Contractura: Contracción involuntaria, duradera o permanente de uno o varios grupos musculares. Normalmente hablamos de contractura cuando nos encontramos con una molestia muscular desagradable, una disfunción motora y dolor a la palpación. Suele ser una sensación desagradable más que dolorosa. El músculo es sensible a la palpación. Suele aparecer una zona dentro del músculo más dolorosa y a la palpación pueden notarse pequeñas rugosidades. La contracción puede provocar dolor que aumenta si oponemos resistencia. Suele estar limitada la elasticidad si la comparamos con el miembro contralateral. Es una puerta abierta hacia la rotura muscular.
Desgarro o rotura fibrilar: Se rompen miofibrillas con lesión anatómica. Equivale al denominado "tirón". Se pasa de la elongación y se rompen fibras o fascículos con hemorragia local mas o menos importante. Aparece un dolor como un "latigazo". Signo de la " pedrada". La impotencia es inmediata pero relativa, permite el apoyo y la marcha. Duele incluso con el descanso, aunque se incrementa con la presión y el movimiento. Duele a " punta de dedo", en el centro de la lesión. Se produce derrame sanguíneo que forma un pequeño nódulo, a veces palpable. Suele haber equimosis a distancia.
La contracción del músculo afectado provoca dolor localizado en la zona de la rotura. La contracción contra resistencia nos va a localizar con mayor precisión el punto doloroso. Como medida de defensa va a aparecer contracturada la musculatura que rodea la zona de la lesión.
Rotura muscular: Puede ser total o parcial. Es una lesión superior a la rotura fibrilar. Aparece un dolor brutal e intenso. Las fibra rotas son numerosas y aparece un hematoma importante. De ello resulta una equimosis precoz a nivel de la rotura.
Aparece un dolor lacerante y violento. Impotencia funcional total. Fluctuación crepitante a la palpación. Aparece un hachazo en el músculo.
Aunque en lo que va de temporada ya llevo tres entrenamientos trabajando con la selección granadina alevín, desde la semana pasada pude realmente centrarme en ellos al haber terminado el campeonato infantil y cadete de fútbol.
Las lesiones deportivas en los alevines, cuyas edades van de los 10 a los 12 años, difieren de las del adolescente o las del adulto ya que están muy condicionadas por el crecimiento y el desarrollo músculo-esquelético.El hueso tiene una velocidad de crecimiento mayor que las estructuras blandas que lo rodean (tendones, ligamentos y cápsulas articulares), por lo que al crecer más rápido que los músculos aparece una pérdida de flexibilidad temporal.
Los futbolistas de estas edades presentan con frecuencia un dolor en la rodilla que os preocupa mucho a los padres, pero que no es demasiado grave. Me estoy refiriendo a la enfermedad de Osgood - Schlatter. El futbolista refiere un dolor local muy intenso, con edema y sensibilidad, en la cara anterior de la tibia, justo debajo de la rodilla. Es justo en ese lugar donde se inserta el tendón rotuliano, que es la prolongación del cuádriceps.
En el fútbol, el cuádriceps es un músculo con mucho protagonismo, siendo fundamental en los saltos, en los fuertes golpeos de balón, en las frenadas y en los cambios de dirección.
Por ello, cada vez que uno de nuestros jóvenes futbolistas realiza una de estas acciones, el cuádriceps, a través del tendón rotuliano, lleva a cabo tracciones fuertes y repetitivas en la tibia produciendo una avulsión aguda, hinchazón que es dolorosa al tocarla.
Tu médico o tu fisioterapeuta podrán diagnosticarlo mediante un examen físico. La radiografía sólo será necesaria cuando se quieran descartar otras patologías posibles.
El tratamiento dependerá de la gravedad con la que se presente la lesión. Normalmente con crioterapia después de la actividad física -ponte hielo durante 20 minutos después de entrenamientos y partidos- y un correcto estiramiento; las molestias van desapareciendo. Si con esto no es suficiente, será necesario hacer reposo deportivo durante un par de días. En casos más graves y menos frecuentes es necesaria la inmovilización de la rodilla durante algunas semanas.
En cualquier situación es fundamental el trabajo del cuádriceps y los isquiotibiales , por lo que te recomiendo que acudas a tu médico o a tu fisioterapeuta para que te oriente.
Controlar bien este tipo de lesiones es importante ya que, cuando sean adultos y los huesos hayan completado su formación, estas tracciones que genera el cuádriceps podrán derivar en lesiones tendinosas como una tendinitis rotuliana, principalmente.
Oxigeno Y Futbol
La Preparacion Mental del Futbolista
¿Por qué es importante el aspecto intelectual en la formación de los jóvenes? El mejor fútbol de estos tiempos requiere de futbolistas con una buena capacidad intelectual para: 1. Comprender tareas complejas. 2. Observar las secuencias del partido con objetivos claros. 3. Auto observarse. 4. Corregir a conciencia malas actitudes y conductas. 5. Exponer creatividad. 6. Elegir soluciones óptimas y rápidas. 7. Prestar atención sin pausa. 8. Reconocer virtudes y deficiencias propias. 9. Detectar virtudes y deficiencias de los rivales. 10. Comprender de manera eficiente todos los puntos anteriores Pero no sólo estos puntos caracterizan a un profesional de alto nivel, se deberán agregar manifestaciones cotidianas, tanto en el ámbito del entrenamiento como en su vida privada. Por ejemplo: a. Interiorizarse de las virtudes y defectos del rival. b. Prestar atención a las consignas de los entrenadores c. Preocuparse por mejorar sus puntos débiles y alentar a sus compañeros para que lo hagan. d. Tener en cuenta aspectos importantes de la vestimenta tanto para entrenar como para competir (vendas, espinilleras, largo de los tapones, etc.) e. Alimentarse para estar fuerte en los entrenamientos y partidos y no sólo para saciar su hambre. f. Hidratarse adecuadamente.
Todos estos aspectos son demostraciones de una importante actividad mental, buscando mejorar constantemente tanto su rendimiento como su rol como futbolista para lograr llegar a nivel profesional.
Estos puntos dependen del caudal de información al respecto y del desarrollo de habilidades del pensamiento con el fin de utilizar con eficacia y rapidez los conocimientos específicos almacenados en la memoria. Para lograr estos objetivos es indispensable atender el desarrollo de la inteligencia del futbolista, para lograr niveles superiores en su vida profesional. Para aumentar la capacidad intelectual cada jugador juvenil debe recibir con frecuencia estímulos e información, tanto de temas generales como específicos del fútbol. Conocimientos generales Los conocimientos generales son incorporados en el medio ambiente de cada futbolista (hogar, barrio, club, escuela) a través de la comunicación y de lo que observa. Cuanto más rico sea el vocabulario mejor será el intercambio de conceptos. Podemos agregar que la riqueza lingüística y de opinión también aumenta el reconocimiento social.
Si en algún aspecto las informaciones y manejo de las mismas son insuficientes tendrá ciertas dificultades para convivir en el mundo de los mejores futbolistas. Origen socio-económico de nuestros futbolistas La realidad nos muestra que la mayoría de los niños y jóvenes de nuestro país que aspiran a ser jugadores profesionales provienen de familias con bajo nivel económico, disponen de escasos conocimientos generales y en muchos casos desconfían de los efectos positivos del esfuerzo diario y de la incorporación de conocimientos variados. Esto suele ser un factor que impide lograr un amplio desarrollo intelectual, que favorezca su carrera profesional. La escasa estimulación sobre este aspecto le impedirá entender las necesidades de su profesión y en muchos casos no podrá resolver mentalmente con eficacia y rapidez las acciones determinantes de la competencia. Puede suceder que esta carencia no le permita comprender bien una explicación; le impida animarse a preguntar; se equivoque con frecuencia en la elección de la solución táctica; no pueda generar ideas enriquecedoras, o sienta incapacidad y dudas en la expresión de las mismas, etc. Estas deficiencias, sumadas a pequeñas debilidades, nos colocan frente a jugadores que requieren mayor ayuda para lograr ascender el último escalón y de esta forma completar su perfil de futbolista profesional por muchos años. Por otra parte, también contamos con jugadores que se ven favorecidos en su evolución hacia el alto nivel gracias a un adecuado desarrollo intelectual producto de incorporación de información y utilización de la misma en su ámbito familiar y escolar. Tareas para llevar a cabo en el club Mi preocupación la planteo en la siguiente pregunta: ¿qué debemos hacer para revertir el déficit de información, tanto general como especial, y el poco desarrollo habilidades del pensamiento, que impide a muchos jugadores arribar y mantenerse en el alto nivel? Creo que un camino podría ser aumentar el caudal de información general y específica para elevar la capacidad de percepción de la realidad y lograr un volumen de reflexión mayor a partir de ella. Así como la escuela pública proporciona conocimientos y normas generales, los integrantes de los cuerpos técnicos y médicos de categorías juveniles deberíamos crear una metodología para incorporar información, sobre todo en el aspecto específico del deporte. A continuación cito algunos puntos sobre los que puede trabajar cada integrante de los grupos de conducción. Directores técnicos. 1. Estadísticas de rendimiento. 2. Recursos indispensables de cada puesto. 3. Videos de partidos de distintas épocas, de entrenamientos técnicos y tácticos de alto nivel. 4. Artículos con entrevistas a grandes jugadores. 5. Libros sobre historias de futbolistas y competencias. 6. Estrategias ante la exigencia de la prensa. 7. Como decidirse por un determinado club. 8. Reglas de juego, fair play, etc. Preparadores físicos. 1. Bases y efectos de los diferentes ejercicios y métodos de entrenamiento. 2. Formas de entrenar las capacidades físicas. 3. Valores antropométricos de los mejores del mundo. 4. Rendimientos condicionales mínimos para estar en el alto nivel. 5. Valores de rendimiento físico de jugadores consagrados a nivel nacional e internacional. 6. Como entrenar el déficit físico como tarea extra. 7. Entrenamientos físicos de especialistas en otras actividades deportivas. Médicos y Kinesiólogos 1. Mapa del aparato de movimiento del cuerpo humano. 2. Grandes funciones. 3. Guías de nutrición. 4. Comprensión de los resultados de exámenes médicos y su relación con la alta competencia. 5. Medidas que favorezcan la prevención, la recuperación de enfermedades y lesiones, etc. 6. Significado del examen antropométrico. Estos puntos deberían abordarse en algunos minutos en momentos previos al inicio del entrenamiento y si es posible en el campo de juego. Es la forma de asegurarnos que se lleven a cabo y de contar con la atención del grupo. A partir de esta propuesta podríamos generar además, el entusiasmo por la lectura de temas afines al futbolista, como historia de grandes jugadores, cuentos de fútbol, alimentación, características, costumbres e idiomas de diferentes lugares donde también se juega al fútbol, etc. y si con este aporte, la motivación respecto a estos temas se eleva, podríamos intentar ponerlos en contacto con libros, charlas y publicaciones de otros temas. Considero que esta propuesta podría ayudar a mejorar la capacidad de proceder y reflexionar de nuestros jóvenes jugadores adentro y afuera del campo de juego, contribuyendo a la formación de un profesional del fútbol más completo.
por FRANCISCO RUIZ BELTRAN
Tradicionalmente los entrenadores y sus preparadores físicos construían planificaciones anuales que dividían en cuatro fases diferenciadas. La pretemporada, la temporada, el parón navideño –mini pretemporada– y el resto de temporada.
Esta planificación se sustentaba en varios mitos que afortunadamente van quedando en evidencia con el paso de los años como, por ejemplo, que en la pretemporada había que llenar eldepósito para toda la temporada –en términos físicos–. También destacaban estas construcciones técnicas en la visión reduccionista de que el rendimiento era la suma de la preparación física, la técnica, la táctica y la psicológica, e incluso algunos entrenadores llegaban a darle un porcentaje de importancia a cada uno de estos factores que en realidad son imposibles de disociar.
Una de las máximas en la metodología tradicional eran los famosos picos de forma, algo lógico ya que entonces los métodos de entrenamiento de deportes colectivos eran influenciados o incluso copiados de métodos de entrenamientos individuales en los que además se entrenaba durante un período muy largo de tiempo para competir durante un período cortísimo de tiempo.
Bajo esos parámetros se entendía la pretemporada y el parón navideño como los tiempos parallenar el depósito entre septiembre-diciembre y enero-mayo y por tanto se aprovechaba estas semanas para hacer mini pretemporadas para recargar las pilas. El objetivo era diseñar entrenamientos más físicos, de mayor intensidad, buscando mucho volumen para (sobre)cargar las piernas.
Sin embargo, entendiendo la complejidad del juego y del deportista, no estamos de acuerdo en diseñar planificaciones bajo parámetros físicos porque entendemos la importancia de la globalidad y la mezcla de factores y, sobre todo, porque entendemos que la forma del futbolista no es física sino global.
Por eso entendemos este período de entrenamientos como un momento para rebajar la tensión, disminuir la complejidad de las tareas, reforzar los conceptos relacionados con la organización que mejor domina el equipo e ir aumentando progresivamente la intensidad y la exigencia de las sesiones.
De esta forma, no solo no entendemos el parón navideño como una mini pretemporada, sino que lo entendemos como un período de mayor descanso que los ciclos competitivos.
Las razones:
Son estas las razones por las que entendemos que la mejor manera de recargar las pilas y preparar al equipo para lo que resta de temporada es optando por el descanso, por reforzar ideas básicas en nuestro modelo de juego, porque disfruten entrenando, teniendo el balón, jugando y sintiéndose libres con el objetivo de no saturarles en momentos de no competición y poder buscar exigencias mayores en los momentos de competición en los que cada partido nos jugamos tres puntos.
* Francisco Ruiz Beltrán es entrenador. Autor del libro “Filosofía y manual de un entrenador de fútbol” (Wanceulen Editorial).
por MIGUEL CHAMORRO
Una consecuencia clara del desarrollo científico en Occidente ha sido la creación de fronteras artificiales entre los diferentes campos de conocimiento, que han servido para segregar y aislar a cada uno de ellos del resto. Su expansión, en lugar de ayudar a conectarlos, los ha distanciado cada vez más, dificultando la posibilidad de materializar planteamientos interdisciplinares y, sobre todo, transdisciplinares (Balagué N., Torrents. C.)
Estos últimos planteamientos se hacen imprescindibles al disponer de una visión de conjunto y poder avanzar en el conocimiento. Es ahí donde aparecen, siendo un grave inconveniente, aquello que podemos denominar como ambientes de bienestar, donde la fundamentación teórica basada en el “esto se hace así porque se hacía así” ha sido la fundamentación de la puesta en práctica durante años, aún en innumerables contextos hoy en la actualidad.
Antes de hablar sobre la fundamentación de estas palabras, he de decir que desde la Teoría general de Sistemas, un ambiente es un complejo de factores externos que actúan sobre un sistema y determinan su curso y su forma de existencia. Un ambiente podría considerarse como un superconjunto en el cual el sistema dado es un subconjunto. Puede constar de uno o más parámetros, físicos o de otra naturaleza. El ambiente de un sistema dado debe interactuar necesariamente con los seres vivos. Seres vivos que buscan un continuum bienestar.
Es muy común comprobar cómo se forman situaciones donde lo arraigado y estereotipado por las vivencias contextuales que se dieron años atrás nos proporciona una búsqueda de decisiones resultadistas que se fundamentan en recuerdos o situaciones positivas que nos hacen pensar que nos determinarán el mismo deseado desenlace, obviando la cantidad de condiciones contextuales que determinarán el futuro devenir.
En torno al deportista se rigen numerosas teorías y paradigmas acerca de su preparación, preparación válida que todos decimos saber y donde las situaciones contextuales nos ayudan a entender este complejo deporte. El fútbol no ha tenido una filosofía hasta tiempos cercanos en torno a la preparación física, sino que esta era una adaptación de la filosofía de los deportes individuales. Es aquí donde me es inevitable hacer un análisis en el tiempo y repasar fugazmente numerosos contenidos bibliográficos, siendo una traslación ilógica y perjudicial si me permiten, ya que es destacable la diferencia entre el proceso de entrenamiento de uno y otro, básicamente debido a conceptos fundamentales como la interacción grupal e incertidumbre espacial.
Hablar en futbol de fragmentación del jugador como ser complejo y multidimensional que esme hace no ser capaz de entender ese proceso de globalidad en el juego cuando se parte de una preparación individualizada, fraccionada, determinista que únicamente hace resaltar lacontaminación en la que hemos estado inmersos los preparadores físicos, donde desde la comodidad y el desconocimiento metodológico hemos realizado cosas durante mucho tiempo porque sí, viéndonos instalados en los mencionados ambientes de bienestar donde nos encontramos cómodos y desde donde vemos el conocimiento futuro con miedo a que desmonten nuestra inventada fortaleza.
Una inventada fortaleza donde las conclusiones siguen siendo preguntas: ¿Qué me determina el éxito? ¿Por qué atentamos contra la insensatez de obviar tantos factores intrínsecos y extrínsecos que nos condicionan la irreal planificación así como la actual sesión? ¿Qué es el modelo sino los jugadores? ¿Y el método? ¿Nos creemos capaces de aportar algo sin conocer el juego? ¿Por qué no desarrollo según el contexto y dejo de introducir el contexto en mi persona? ¿Qué papel desempeña una preparación atlética como maximus de todo el proceso deaprendizaje en el fútbol? ¿Dónde aparecen los constreñimientos en una situación de Resistencia Anaeróbica, método interválico extensivo? ¿No seremos locos y atacaremos al colectivo profesional por decir que hay una preparación del músculo y otra del juego? Si la fuerza es astucia y la velocidad parte de la toma decisional, ¿nos dirán que no hablamos de fútbol?
Perdonen mis preguntas, pero es que la relación causa-efecto nunca fue de mi agrado. En la práctica, los principales errores se cometen en la etapa de planificación por no tener una mirada integral y no considerar las relaciones de causa-efecto siendo esta en el fútbol únicamente determinable tras evaluar las sensaciones, percepciones del día a día que determinarán qué hacer mañana y únicamente mañana, sin poder expandir el abanico planificable mas allá de ahí.
Por tanto, y sin el deseo de enturbiar este cómodo ambiente, sin ser mi intención desterrar los modismos infundados ni los discursos sugerentes, seguiré fragmentando preguntas que proporcionen claridad en este complejo mundo donde la relación estructura-jugador-convivencia-interacción determina una preparación del deportista inseparable del rendimiento colectivo en búsqueda de eficiencias específicas óptimas contextuales y no máximas descontextualizadas.
* Miguel Chamorro es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
por DAVID MARTINEZ
La relación entre la fatiga muscular y el ejercicio ha sido objeto de estudio en numerosas ocasiones e incluso en investigaciones, pero aún seguimos desconociendo la etimología de la fatiga.
Es necesario partir de la idea de que la fatiga se va instaurando de forma progresiva desde prácticamente el inicio del esfuerzo, en este caso el comienzo de la pretemporada, en el mes de Julio. Llegando a las fechas presentes de la temporada, la fatiga comienza a generar posibles consecuencias, tales como dificultades en la toma de decisiones adecuadas en el menor tiempo posible por la acumulación de alta concentración de acido láctico, que impide la irrigación adecuada de los músculos para generar la contracción muscular necesaria, emitida desde el sistema nervioso central.
Contextualizado el tema, la pregunta que nos formulamos es la siguiente: ¿Qué relación tienen la fatiga, el ácido láctico y demás componentes con el fútbol?
Ciertamente, mantienen una estrecha vinculación, en base a que un entrenador y su cuerpo técnico deben darse cuenta de la existencia de la posible fatiga físico-táctica a lo largo de las distintas etapas de la temporada.
LA CONCENTRACIÓN COMO INDICADOR
Los indicadores en los que podemos apoyarnos pueden ser, entre otros y como más significativos, la atención y la concentración de los jugadores en cada una de las acciones del entrenamiento y del partido.
Podemos percatarnos de dicha situación en una sesión de entrenamiento, por ejemplo, en la que los jugadores no son capaces de realizar bien un ejercicio, no por falta de voluntad sino debido al cansancio mental-emocional-físico. En ese momento, el entrenador y el resto de cuerpo técnico tienen que tomar cartas en el asunto y obrar con cierta rapidez. La actitud del entrenador debe girar en torno a la idea de equilibrar las intensidades de la actividad.
“La intensidad es fundamentalmente de concentración porque el juego implica, principalmente, pensar; lo que hace necesario estar concentrado. Y exigir estar concentrado es exigir estar a un nivel elevado sobre el punto de vista de tener adquisición de aquello que es fundamental para nuestro juego, que es la forma en que nuestro entrenador quiere que el equipo juegue”. (Faria, R ( cit. Por Resende, N en 2002).
Por lo tanto, podemos concretar que la intensidad está directamente asociada a la concentración, siendo ésta más elevada cuanto mayor número de variables intervengan en las acciones.
Para Vitor Frade, “la intensidad solo es caracterizada cuando se asocia a concentración” y asegura que “puede ser mucho más intenso un ejercicio menos veloz, pero que implica una articulación determinada, porque exige más concentración”.
Dicha intensidad máxima debe acompañarnos a los entrenadores en cada una de las sesiones diarias y del trabajo semanal, porque debemos hacer las cosas de manera que tengamos éxito. Por lo tanto, cada jugador debería entrenar a intensidad máxima relativa, estando relacionada siempre con lo que cada futbolista tiene que hacer, justificando así el nexo de unión existente entre el entrenamiento de intensidad máxima y la dimensión táctica del juego, que a su vez está relacionada con la dimensión técnica, psicológica y cognitiva.
Si como entrenadores o miembros del cuerpo técnico no somos capaces de controlar dichas variables, el grupo puede caer en la rutina, generando unos resultados negativos en cuanto acomportamiento del jugador ante el entrenamiento, motivado por la pérdida de motivación, concentración y aplicación de las variables, disminuyendo el rendimiento global.
En definitiva, “más vale prevenir que corregir”, para adquirir cierta eficacia y calidad en los entrenamientos y periodo competitivo.
* David Martínez es Entrenador. En Twitter: @davidmart88
por MARTI PERARNAU
Tras varias semanas fuera de forma, Leo Messi ha ido regresando a su mejor estado físico, fruto de la decisión técnica adoptada a finales de diciembre, cuando se le decretó un prolongado descanso navideño y un plan de trabajo específico, casi al estilo de pretemporada. La causa de esta decisión fue la acumulación de un gran desgaste después de tres temporadas y media con escaso reposo en las que el jugador argentino disputó 222 partidos entre agosto de 2008 y diciembre de 2011.
El desgaste de Messi no sólo era físico, sino también emocional: es un futbolista que ama el balón hasta el punto de exigirse por encima de cualquier medida razonable; Messi no rehuye ninguna responsabilidad por difícil que sea el partido, ni está dispuesto a concederse tregua alguna en su lucha por batir récords, un reto al que también ha contribuido el fenomenal rendimiento de Cristiano Ronaldo. Dado que Messi es reacio a perderse ningún partido regular, ni siquiera a ser sustituido, el equipo técnico se propuso otorgarle un descanso prolongado. Así, tras la final del Mundial de clubes en Yokohama, Messi recibió instrucciones para reposar por completo en los siguientes 15 días: llegó a Rosario el 19 de diciembre y regresó a Barcelona a media tarde del 2 de enero. Durante esas dos semanas cumplió las instrucciones del club: ni tocar un balón, ni hacer ningún tipo de ejercicio. Sólo reposo.
DESPRESURIZACIÓN
Su retorno resultó complejo. Despresurizado al máximo, regresó con hambre de balón, pero las peripecias alrededor de una gripe intestinal en las horas previas al Barça-Osasuna complicaron esa vuelta al trabajo. Coincidiendo con la etapa siempre más dificultosa para las plantillas de Guardiola (enero y la primera quincena de febrero), el estado físico de su gran estrella era el propio de una pretemporada. De pronto, su explosividad parecía haberse evaporado y era cierto: se había evaporado a causa del descanso, por otra parte imprescindible para permitirle recuperar el desgaste de esos tres años y medio consecutivos en los que encadenó temporadas larguísimas, con el Barça luchando prácticamente siempre por todos los títulos en juego, y veranos en los que disputó Juegos Olímpicos, Mundial y Copa América.
En frase simbólica, Paco Seirul.lo, el decisivo preparador físico del Barça, explicó en su momento que “nuestros jugadores nunca están gloriosos, pero jamás bajan del 70%”. Esta definición marca el tipo de trabajo que se realiza en el Barça desde hace muchos años: la búsqueda de la regularidad en la condición integral del jugador, sin grandísimos oscilaciones. Podríamos expresarlo en la siguiente horquilla: no bajar del 70% y no subir del 90%. Este fue el caso de Leo Messi: el descanso y la posterior readaptación paulatina al ritmo competitivo, así como introducción de determinadas cargas, le mantuvieron durante algunas semanas en ese umbral mencionado del 70% de forma. Sus actuaciones, pese a un hat trick logrado en Málaga, se resintieron de manera visible. A simple vista parecía un poco más lento y menos explosivo de lo habitual y su porcentaje de eficacia se redujo a niveles poco habituales, con la excepción de Málaga.
Inquiridas fuentes del vestuario al respecto, nos respondieron en enero que Messi se encontraba como en pretemporada y que su regreso a la plena forma se produciría a mediados de febrero. El calendario previsto se está cumpliendo, pues en los últimos partidos de febrero ya se vio un Messi mucho más próximo a su mejor versión física, con mayor agilidad y velocidad, lo que ha redundado en una mejora de la eficacia rematadora. De acuerdo con la horquilla de Seiru.lo podríamos establecer que ya se encuentra al 80-85% de forma, camino de ese 90% que suele alcanzar en los momentos decisivos de la temporada, como le ocurrió en diciembre pasado o en las tres últimas primaveras.
ADAPTARSE A LA ELITE
Una de las claves en el prolongado alto rendimiento del jugador argentino, desde que Guardiola está al frente del equipo, es el plan de prevención que se estableció a su alrededor. Hasta aquel momento, Messi había sufrido episodios graves de roturas musculares, especialmente en febrero y marzo de 2006, que le apartaron de la final de Champions de París, pero también en diciembre de 2007 y marzo de 2008. Doctores que conocieron aquellos casos nos explicaron que Messi fue víctima de varias circunstancias. La primera, bastante prisa por recuperarse, algo innato en cualquier futbolista lesionado, lo que significó, en 2006, que una simple elongación del isquiotibial se convirtiera en una pesadilla de pequeñas recaídas que le dejó fuera de combate hasta la siguiente temporada. La segunda, la necesidad de aprender a cuidarse como futbolista de alto nivel: comida, hidratación, descanso, el denominado ‘entrenamiento invisible’ del deportista, así como dedicación plena a tareas de prevención y recuperación en manos expertas. Es decir, cuidar el cuerpo como herramienta de trabajo.
Por último, y quizás más importante, los doctores del Barça advirtieron un exceso de tensión muscular en las piernas que aceleraba la fatiga y le limitaba para realizar esfuerzos máximos muy continuados. Tras cada encuentro, sus isquiotibiales eran víctima de elevada fatiga y un determinado acortamiento por tensión. Los mismos doctores diagnosticaron que una gestión inteligente convertiría el problema en irrelevante. Uno de ellos recuerda aquella etapa y sus precedentes en categorías inferiores: “En poco tiempo, Messi sufrió varias lesiones en la misma zona aunque debemos precisar que en las categorías inferiores de la cantera del Barça estuvo varias temporadas jugando del mismo modo y sin sufrir ninguna lesión muscular. Lo que ocurrió es que Messi posee varios factores de riesgo: la explosividad, su rapidez de movimientos en el gesto deportivo, su velocidad. En categorías inferiores podía hacer las mismas jugadas sin necesidad de emplear tanta explosividad. Pero en el primer equipo pasó a hacerlas exprimiendo al máximo sus capacidades físicas, el cambio de ritmo, su dribling, capacidades innatas pero a la máxima velocidad. Y tuvo que aprender muscularmente a realizar dichas jugadas del modo más rápido posible y frente a rivales más contundentes. Sus músculos necesitaron adaptarse a ese nuevo ritmo”.
PLAN DE PREVENCIÓN
A partir de la llegada de Guardiola al primer equipo se aplicó a Messi un plan intensivo de prevención y cuidados de la salud. Comida, hidratación y reposo pautado se unieron a un exhaustivo trabajo preventivo. Juanjo Brau se convirtió en su sombra, no sólo en el Barça sino en cualquier desplazamiento con la selección argentina. Cada día, Messi trabaja durante los 45 minutos previos al entrenamiento y los 30 posteriores con Brau, movilizando articulaciones, relajando tensión muscular y poniendo a punto sus extremidades inferiores. Miembros del vestuario blaugrana le destacan como un fenómeno fuera de serie en cuanto a dedicación esmerada en el cuidado de su cuerpo. Lo que era un problema serio se ha transformado en un trámite, pero a base de muchísimo esfuerzo sordo y diario.
Tampoco ha sido ajeno a ello el proceso evolutivo seguido como jugador. Lo que en 2005 y 2006 era un delantero que corría 90 minutos seguidos a máxima velocidad, fuese en acciones propias, fuese persiguiendo defensas rivales, ha mutado -por decisión explícita del entrenador- en un atacante que se mueve muchísimos minutos del encuentro al trote, e incluso caminando; que se ubica en zonas centrales del campo como punto de partida, con asociaciones de muy corto recorrido con Xavi y compañía; y que sólo prodiga sus legendarias aceleraciones y gambeteos veloces unas pocas veces por partido: las elegidas. Aquel Messi frenético durante hora y media sólo se prodiga ahora en los momentos necesarios: ha aprendido a seleccionar esos momentos. Las mediciones con que cuenta el equipo técnico muestran un descenso significativo del número de esfuerzos explosivos que realiza el jugador por encuentro. Como resultado, su fatiga muscular se ha reducido exponencialmente y es capaz de afrontar 60 encuentros por temporada con reducidos riesgos de lesión, al contrario que hace un lustro. De hecho, y al margen de lesiones traumáticas y golpes, sólo una sobrecarga en el recto interno en agosto de 2009 y una elongación en el abductor en noviembre del mismo año se le contabilizan como lesiones musculares en estas tres temporadas y media con Guardiola.
* Publicado en Sport (25-II-2012)
- Fotos: Miguel Ruiz (FC Barcelona) - Felipe Trueba (EFE) – El Mundo Deportivo
por LOLES VIVES
¡Agujetas! ¿Quién no las ha padecido alguna vez en su vida? Los que hacen ejercicio, por descontado y muchísimas veces. Pero incluso la persona más sedentaria del mundo seguro que también las ha sufrido en alguna ocasión. Basta que a esta persona se le estropeara un día el mando de la tele para que al día siguiente estuviera con dolor de piernas solo por haberse levantado del sofá repetidamente para cambiar de canal.
¡Agujetas! ¿Quién no las ha padecido alguna vez en su vida?
Lo curioso es que a pesar de ser una dolencia o, mejor dicho, una molestia que afecta a todo el mundo –diría que sin excepción– hoy en día todavía se desconoce el mecanismo por el cual se producen las agujetas y no se sabe de ningún remedio totalmente eficaz para combatirlas.
La primera referencia escrita sobre las agujetas proviene de Theodore Hough en 1902. ¡Hace 110 años! Desde entonces han proliferado los estudios e investigaciones para averiguar la causa por la que entre 24 y 48 horas después de haber realizado un determinado ejercicio aparece este dolor muscular tan característico y a la vez tan molesto que incluso puede llegar a ser invalidante.
En terminología médica las agujetas se llaman Delayed Onset Muscle Soreness o DOMS, que traducido al español sería algo así como Dolor Muscular de Aparición Retardada o Tardía(DMAR o DMAT).
Se sabe que cuando en el ejercicio predominan las contracciones musculares de tipo excéntrico, las agujetas aparecen con mayor facilidad que si predominan las concéntricas, ya que al parecer las fibras musculares sufren más daños cuando trabajan en fase negativa o de alargamiento (en excéntrico).
Para que se entiendan los dos tipos de contracciones pongo un ejemplo: al hacer un ejercicio para fortalecer el bíceps con una pesa en la mano, primero levantamos la pesa (contracción concéntrica) y después la bajamos (contracción excéntrica). Cuando estamos en movimiento, continuamente realizamos ambos tipos de contracciones, aunque según el tipo de ejercicio predominarán unas más que otras.
Existen hasta seis teorías, o incluso alguna más, sobre la causa del Dolor Muscular de Aparición Retardada o agujetas, algunas de las cuales han quedado ya totalmente descartadas. Por ejemplo, la más conocida de todas ellas: la Cristalización del ácido láctico o lactato. Fue enunciada por primera vez por Assmussen en el año 1956 y actualmente está totalmente desechada. El nombre de agujetasprocede precisamente de esta teoría, según la cual el ácido láctico o lactato (forma disociada del ácido que es tal como se encuentra en el organismo) que se produce al hacer ejercicio físico de cierta intensidad y con falta de oxígeno cristaliza en el músculo en forma de pequeñísimas agujas que pinchan, causando dolor.
Pues bien, para que el lactato pueda cristalizar se necesita una temperatura de varios grados bajo cero que no permitiría mantenernos vivos. Por otro lado, mediante biopsias musculares no se han podido observar aparición de tales cristales. Dicha teoría tampoco permite explicar la existencia de agujetas tras una sesión de estiramientos durante la cual no se produce lactato, ni tampoco cómo personas que padecen la enfermedad (rara) de McArdlen con incapacidad metabólica para producir lactato, porque son incapaces de descomponer el glucógeno muscular, también sufren dolor muscular tardío. En definitiva que la hipótesis de los cristalitos está totalmente descartada.
Se han establecido otras cinco posibles teorías, a saber: Espasmos musculares; Daños en los tejidos conectivos de los músculos (fibras de colágeno, elásticas…); Teoría del flujo de enzimas; Teoría de la inflamación; y Daño muscular o microrroturas musculares.
Esta última teoría es actualmente la más aceptada. Los expertos, sin embargo, se decantan por considerar que la hipótesis más correcta no es ninguna de ellas y lo que probablemente explique el dolor muscular retardado sea la integración de dos o más teorías.
En esta misma línea opina el biólogo vasco Jordan Santos, experto en fisiología del ejercicio: “En mi opinión personal, la hipótesis correcta sería una combinación de daños musculares junto con la presencia de microinflamaciones consecuencia de la producción de algún tipo de citoquina, como la interleucina-6”.
La existencia de una causa inflamatoria viene apoyada por el hecho comprobado de que la administración de antinflamatorios no esteroideos o AINEs (ibuprofeno, naproxen, piroxicam…) alivia el dolor y la falta de fuerza. Sin embargo, se ha comprobado que no sirve para nada tomarlos como medida preventiva antes del ejercicio.
Conviene saber que dichos fármacos no están exentos de efectos secundarios y algunos son especialmente perjudiciales para los deportistas, ya que según varios estudios podrían inhibir la síntesis proteica tras los entrenamientos y dificultar la cicatrización y curación de ciertas lesiones.
En cierta medida podemos prevenir las agujetas, pero por lo general suelen ser inevitables y a menudo aparecen de improviso. Son así de caprichosas.
Empezar a realizar ejercicio de forma progresiva tras un periodo de inactividad puede evitarlas o ayuda cuando menos a que no sean tan severas si pese a todas las precauciones tomadas se empeñan en hacer acto de presencia.
La cautela en la intensidad y/o número de repeticiones debe ser extrema cuando el deportista introduce un ejercicio nuevo en su rutina o practica una actividad inusual o a la que no está acostumbrado. Por ejemplo: si todos los días tienes la costumbre de salir a correr, pero un día decides cambiar y jugar un partido de tenis o de vóley playa, tendrás agujetas con toda seguridad.
Si queremos evitar las agujetas conviene que el primer día que se practique el nuevo ejercicio se haga a baja intensidad, durante poco rato y con pocas repeticiones.
Ahora bien, una vez el dolor muscular ha hecho acto de presencia, poco se puede hacer, y aunque podamos aliviarlas un poco, lo que toca es esperar que la molestia desaparezca por sí sola.
No hay que llevarse a engaño: hoy en día no existe ningún bálsamo de Fierabrás contra las agujetas.
Entre las cosas que ayudan a aliviar las molestias tenemos: hacer ejercicio aeróbico a baja intensidad (aunque suele ser un alivio analgésico pasajero o temporal); realizar ejercicios muy suaves; y también se puede optar por ejercitarse en el agua o simplemente nadar.
Hay que tener en cuenta que cuando existen unas agujetas severas, el riesgo de sufrir una lesión se incrementa y por tanto hay que evitar forzar la musculatura dolorida y optar por hacer ejercicios light, que aunque no combatan con eficacia el dolor, siempre resultan beneficiosos.
No hay problema por ejercitar en paralelo las partes del cuerpo que no están afectadas.
Algunos tipos de masajes también pueden ser eficaces, aunque si son demasiado fuertes o profundos pueden incrementar las agujetas o incluso llegar a provocarlas.
Esto último lo digo sin basarme en ninguna evidencia científica sino por propia experiencia. En una ocasión acudí a un masajista a quien hasta ese día consideraba amigo. Me puse en sus manos, sin agujetas, con la única intención de que me soltara, pero el caso es que me provocó unas agujetas enormes en los isquiotibiales que me tuvieron andando como un pato durante una semana.
Se ha demostrado que la crioterapia (terapias con hielo), los estiramientos, medicamentos de homeopatía, ultrasonidos y la aplicación de diferentes tipos de corrientes eléctricas no tienen ningún efecto en el alivio del dolor muscular y otros síntomas causados por el DOMS.
Los remedios de la abuela de tomar agua con azúcar o con bicarbonato tampoco combaten el dolor y cuidado con abusar del bicarbonato, ya que puede provocar efectos purgantes poco agradables.
Pero no todo son malas noticas en este texto. Un estudio realizado por un grupo de investigadores del Departamento de Ciencias Alimenticias de la Universidad de Texas (Austin), comprobó que unas sustancias antioxidantes, llamadaselagitaninos, que se encuentran en el zumo de la granada reducían el dolor muscular de aparición retardada.
Los autores llegaron a la conclusión de que el “el zumo de granada atenúa la debilidad, mejora la recuperación de fuerza y reduce el dolor de los músculos flexores del codo tras el ejercicio excéntrico”.
Tanto entera como en zumo, la granada es una fruta con muchísimas propiedades beneficiosas para el organismo: además de ser antioxidante y antiinflamatoria, tiene efecto cardioprotector; es beneficiosa para los hipertensos (por su contenido en potasio); combate el estreñimiento (rica en fibra); aporta beneficios en el tratamiento y prevención del cáncer de próstata; y es una fuente importante de Vitamina E y C. Por tanto, es recomendable al cien por cien.
El zumo de granada se comercializa y es fácil de encontrar en tiendas de dietética, farmacias opor internet.
También un zumo elaborado a partir de la parte más externa de la sandía reduce el dolor causado por las agujetas, según una investigación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena.
Al parecer, el alivio se produce gracias al efecto analgésico de un aminoácido, llamado L-citrulina, que se encuentra sobre todo en las capas exteriores y en la corteza de la sandía. Además, el producto en cuestión parece ejercer también efectos beneficiosos en enfermedades cardiovasculares, en la diabetes y en la astenia. El problema es que el zumo de sandía todavía no se comercializa.
En vista de que los remedios que tenemos no son la panacea, lo más aconsejable desde el punto de vista alimenticio es procurar seguir una dieta que contenga un amplio abanico de alimentos antioxidantes y antinflamatorios sobre los cuales hablaré en una próxima pieza.
- Moraleja: Pese a todas las precauciones posibles, seguiremos teniendo agujetas y ojalá que por muchos años porque es señal de que estamos vivos y de que nos movemos.
¡Vivan las agujetas!
Los lectores habituales del blog saben que no encontarán en mis entradas una descripción amplia y completa de ningún tema en concreto. La anatomía, biomecánica, fisiopatología y exploración ya se encuentran ampliamente difundidas en la bibliografía existente. En la linea habitual quisiera destacar ciertos aspectos quizás poco conocidos, de utilidad clínica e invitar a la reflexión y al razonamiento clínico.
En general cuando hablamos de rodilla las lesiones calificadas etiológicamente como por “sobreuso” son las más complicadas de diagnósticar. El diferencial se traduce en una conclusión incierta. Es difícil objetivar.
Por el contrario, las lesiones traumáticas son relativamente fáciles de diagnosticar: una inestabilidad, una lesión meniscal…
Esta circunstancia se acentúa a la luz de la evidencia, cuando nuestras pocas convicciones sobre referencias diagnósticas se tambalean. Estas son algunas de las “verdades” clínicas en las que nos basábamos para establecer el diagnóstico de tendinopatía rotuliana:
- Dolor a la palpación en el polo inferior de la rótula o cuerpo del tendón rotuliano, incluso en su inserción tibial.
- Inflamación del tendón rotuliano
- Debilidad y dolor a la extensión activa de la rodilla
- Desde el punto de vista funcional: dolor al subir o bajar escaleras y al agacharse
- Las pruebas de imagen confirman el diagnóstico
¿Son ciertas estas conclusiones? ¿Estos hallazgos son suficientes para el diagnóstico?
La respuesta para mi es: No
Diagnóstico según la evidencia actual
- El dolor a la palpación en el polo inferior de la rótula esta siempre presente en pacientes con tendinopatía rotuliana, pero los estudios revelan que este hallazgo también es posible en ausencia de síntomas, por lo que no se puede considerar determinante en el diagnóstico ni como indicador de la evolución del paciente. De hecho, muchos pacientes con tendinopatía rotuliana presentan dolor a la palpación del polo inferior de la rótula en la extremidad asintomática. De manera habitual también (esta afirmación es solo la experiencia clínica del autor de este blog) cuando el paciente deja de tener síntomas y afectación funcional el dolor a la palpación en el polo inferior de la rotula persiste, por lo que es importante informar al paciente de que este hallazgo no está asociado a patología del tendón.
- Existe una intima relación entre las estructuras anatómicas existentes en la rodilla, de ahí la importancia del razonamiento clínico en este tipo de pacientes. En cuanto al dolor, suele estar mejor localizado en la tendinopatía rotuliana que en el síndrome de dolor femoropatelar (dolor difuso). Además la sobrecarga mecánica es clave en el desarrollo de problemas en el tendón, de manera que si se trata de un deportista podemos inclinarnos a pensar en este problema y si es una persona que no practica deporte es más probable una causa femoropatelar, no obstante ambos problemas pueden coexistir. Más complicado es diferenciarlo de las molestias causadas por la grasa de Hoffa, tanto es así que existe evidencia de que un aumento del tamaño de la grasa de Hoffa es un signo de tendinopatía rotuliana, en mayor medida que otros indicadores que clásicamente hemos asociado a este problema como la longitud del tendón rotuliano o la mala alineación de la rótula (correlación no significativa estadisticamente hablando).
- En cuanto a las pruebas de imagen, muestran de manera excelente hallazgos relacionados con tendinopatía, pero debe existir una correlación clínica, es decir, los hallazgos deben concordar con el cuadro clínico del paciente. Prueba de esto es que los estudios muestran que pueden existir hallazgos radiológicos anormales en ausencia de síntomas. De esto podemos concluir que las pruebas de imagen por si solas no son útiles ni determinantes en el diagnóstico.
- No existe relación entre los hallazgos radiológicos y la severidad de los síntomas.
De aquí surge una pregunta obligada, si existe poca correlación entre los hallazgos radiológicos anormales y la sintomatología ¿es tan importante el tratamiento dirigido a la estructura del tendón? Probablemente depende del caso, especialmente de la cronicidad del mismo, les remito al siguiente estudio como fuente de reflexión y planteamiento de hipótesis.
En la línea habitual, me gustaría presentarles a aquellos que no la conozcan, una herramienta validada y útil, el test de squat monopodal en declíve. A diferencia de otros test funcionales tiene una mayor capacidad de aislar la acción del cuadriceps durante el squat monopodal. El plano inclinado (25º) coloca el pie en una posición de flexión plantar, así los gemelos se encuentran en acortamiento reduciendo su papel en el control excéntrico durante la flexión de rodilla. Facilita el mantenimiento del tronco en una posición erguida, de manera que se minimiza la acción del glúteo. De esta manera se maximiza la carga en los extensores de la rodilla facilitando la obtención de datos relacionados con el dolor (localización, intensidad, ROM en el que aparece) y eliminando posibles interferencias que compliquen el diferencial. Además es una excelente herramienta de reevaluación. A los 15º de flexión la tensión en el tendón rotuliano aumenta un 40% mientras que el momento de fuerza en el tobillo y la cadera decrece, si añadimos un peso de 10kg hay un aumento del 23%, por lo que clínicamente podemos progresar en el tratamiento aumentando la carga. A partir de los 60º las fuerzas aumentan en mayor medida en la articulación femoropatelar respecto al tendón, por lo que en esta angulación pierde efecto terapéutico sobre el tendón y podría estar contraindicado en pacientes con problemas en dicha articulación
Implicaciones clínicas del “single-leg decline squat”
- Se trata de una herramienta versatil, de utilidad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.
- Permite aislar la acción del cuadriceps en el control excéntrico de la flexión de rodilla y por lo tanto focalizar la carga en el tendón rotuliano. Además nos permite evidenciar una auténtica debilidad del músculo cuadriceps.
- La aparición de dolor entre 15º a 30º grados de flexión es indicativo de tendinopatía rotuliana mientras que a partir de los 60º la carga mecánica se centra en la articulación femoropatelar y el dolor se asocia a dicha estructura.
- Nos permite regular la carga de trabajo de manera específica jugando con dos variables, el plano inclinado (0º a 25º) y la adición de peso durante la realización de ejercicios excéntricos (uno de los tratamientos de elección en tendinopatías)
Tratamiento
-No existe evidencia concluyente respecto al tratamiento, lo que si parece claro es que el paradigma inflamatorio (REST) no es acorde con la realidad. El cuadro degenerativo y la dificultad en la regeneración que sustentan los estudios parece más loable aunque aún así la evidencia en el tratamiento sigue siendo relativamente pobre.
-La rodilla al ser una articulación intermedia entre la cadera y el tobillo hace que merezca la pena explorar el conjunto de la extremidad inferior. En esta línea podemos analizar la capacidad de absorción de impactos y ver que tipo de problema existe al respecto. Acorde a este punto, necesariamente debo remitirles a la entrada sobre laimportancia de la dorsiflexión del tobillo.
- Al ser un problema que afecta principalmente a deportistas el control de la carga mecánica puede ser determinante en la mejora del cuadro
Lourdes Montero Bonet Diplomada en fisioterapia por la Universidad de Valencia.
Resumen:
A lo largo de este trabajo vamos a realizar una revisión sobre la prevalencia de las lesiones deportivas en el fútbol y de todas ellas vamos a centrarnos en una que ocurre con frecuencia, es el llamado “mal del futbolista” que consiste en la ruptura de fibras del múculo recto anterior. Por ello debemos hacer un repaso general a la anatomía de la zona y a la biomecánica que presenta esta musculatura, así sabremos cuáles son las causas y cómo podríamos minar estos accidentes.
Por último veremos qué propuestas de tratamiento recomiendan diversos autores según el grado de afectación de la lesión y si los resultados obtenidos son o no aceptables.
INTRODUCCIÓN:
El deporte como factor de riesgo:
El fútbol es un deporte en el cual se enfrentan 2 equipos de 11 jugadores cada uno que planifican y coordinan sus movimientos para actuar uno contra otro. Existe, por tanto un enfrentamiento en forma de lucha (no hostil) para desorganizar la coordinación del equipo contrario.
Al ser un deporte en equipo, para que el juego se desarrolle de manera correcta se hace necesaria una organización y estrategia tanto para la defensa como para el ataque a nivel colectivo, por eso, cada jugador tendrá una posición y tarea asignadas.
Así mismo, cada jugador, de manera individual, es muy importante que posea una serie de cualidades que le otorguen la capacidad para la práctica deportiva y minen el riesgo de lesiones que se puedan producir en este tipo de juegos.
En esta modalidad deportiva es muy habitual el contacto físico, causa en gran parte de las lesiones que se producen. Al riesgo que supone el contacto físico con los jugadores (normalmente del equipo contrario) hay que sumar otros factores que pueden ser causa de alteraciones o patologías en la estructura física, tanto muscular como esquelética, del futbolista como el contacto con el balón, las condiciones y superficie del terreno, el calzado o los movimientos propios de este deporte.
Entre estas cualidades cabe destacar:
Según varios estudios realizados sobre la incidencia de lesiones en el mundo del deporte, el fútbol profesional es uno de los deportes en que se registra mayor número de lesiones (Mayewski, Sussane y Klaus, 2006)
Lesiones más frecuentes en el fútbol:
Consideramos una lesión deportiva a toda aquella alteración causada a consecuencia de la práctica deportiva o al entrenamiento preparatorio a ella que requiera atención médica y/o fisioterápica y que cause una retirada temporal o total del terreno de juego.
En la revisión bibliográfica realizada encontramos que la mayoría de los artículos publicados sobre la incidencia de lesiones en el mundo del deporte sitúan al fútbol como el que más incidentes registra, Tscholl, 2007 calculó que aproximadamente la mitad de las lesiones totales registradas en el deporte fueron en futbol y las lesiones deportivas tratadas en el hospital Universitario de Alicante registran que un 49’5% corresponden a esta práctica deportiva.
Los estudios revisados coinciden, en mayor o menor grado en que, en este deporte la mayoría de las lesiones se producen en el tren inferior (del 75 al 93% según Lilley et al., 2002), siendo las más prevalentes las musculares cuya estadística en los estudios vistos es de un 60 a un 82% (Hagglund, 2007), sobre todo en el muslo, no obstante también existe un gran número de lesiones osteoarticulares donde predominan los problemas de rodilla y tobillo en gran medida.
Según la mayoría de los autores, la lesión más frecuente es la distensión (o rotura) músculo-tendinosa, seguida de los esguinces y las contusiones musculares un poco más atrás quedan las tendinosis y las fracturas.
Según un análisis sobre lesiones en futbolistas en que se revisaron 2684 casos entre los años 1992-2005 el resultado de estas patologías causadas por la práctica deportiva sería el siguiente:
El autor del su libro “Lesiones deportivas” HU Hinrichs, divide y clasifica las lesiones según la estructura afectada y, dentro de esas estructura según la patología concreta, no obstante carece de estadísticas que nos puedan orientar sobre el grado de incidencia de estas lesiones.
En su manual, destaca como patologías más frecuentes las siguientes:
Causas de lesiones más frecuentes:
Para ver las causas más frecuentes de lesiones deportivas, primero se debe hacer una diferenciación entre los tipos de lesiones según su inicio:
Los accidentes deportivos pueden producirse por varios factores que dependen o no de la persona lesionada y por otras causas que favorecen su aparición.
La mayoría de la bibliografía clasifica los factores de aparición de accidentes en:
Mal del futbolista:
En este estudio nos centraremos en una de las lesiones más frecuentes en el futbol, el llamado “mal del futbolista”.
El mal del futbolista es una lesión bastante frecuente entre los jugadores de futbol profesionales o no, que ha obligado a muchos de ellos a dejar la práctica deportiva al menos por un tiempo considerable.
Consiste en la rotura, parcial o total de las fibras del músculo recto anterior, que forma parte del grupo muscular cuádriceps, situado en la parte anterior del muslo. Éste es considerado el grupo muscular más potente del cuerpo y también uno de los más importantes en la práctica de este deporte ya que interviene en la carrera, chute y lanzamiento a puerta. Por esto requiere una fuerza especial, pero para que funcione correctamente y no se produzcan lesiones es muy importante que actúe en completa armonía con sus antagonistas (isquiotibiales) y con el psoas ilíaco, que realiza la flexión de cadera.
Este tipo de lesiones suelen estar producidas por impactos de balón, caídas, colisiones con otros jugadores o por un estiramiento exagerado de la musculatura en la dirección de las fibras musculares pudiendo o no producir alteraciones a nivel de los vasos sanguíneos de la zona que puede dar lugar a una hemorragia.
El inicio es repentino y el sujeto experimenta una sensación de dolor conocida como signo de la pedrada, puñalada o latigazo y en la exploración observamos una depresión en la zona dolorosa o un abombamiento por arriba o por debajo de la alteración.
El alcance de esta lesión depende del grado de afectación y el número de fibras musculares afectadas así como de la existencia o no de hemorragia inter o intramuscular.
Este grado lo determinaremos mediante la observación de signos y síntomas (diferentes en cada uno de ellos) y pruebas diagnósticas tanto palpatorias como por imagen (RMN, ecografía…) para ver el alcance de la lesión y descartar otras posibles anomalías.
El tratamiento de este tipo de lesiones debe ser precoz, exhaustivo y eficaz, ya que una mala actuación podría dar lugar a alteraciones secundarias, como por ejemplo la miositis osificante, nódulos fibrosos o quistes, que pueden llegar a provocar la retirada definitiva de un deportista.
ESTUDIO:
Características del músculo esquelético:
Los músculos pueden dividirse en varias partes diferenciables, estas son:
La musculatura estriada está formada por fibras musculares compuestas por filamentos de actina y miosina que adoptan una disposición paralela entre ellas dejando ver bandas más claras y más oscuras (lo cual da un aspecto como estriado, de ahí su nombre). Es de contracción voluntaria y está regulado por el SNC.
Son los músculos que recubren el esqueleto y los responsables de todos los movimientos y el mantenimiento de la postura.
Recuerdo anatómico del miembro inferior:
En el fútbol, la zona del cuerpo más importante es, sin duda alguna, los miembros inferiores. De ellos depende la mayor parte del trabajo a realizar y por ello deben estar fuertes, sanos y equilibrados. El equilibrio entre ambos miembros, entre agonistas y antagonistas y entre zona abdominal-lumbar con estos es imprescindible para que la práctica deportiva suceda sin ninguna alteración que pueda causar una patología más grave (como es el caso de la pubálgia, por ejemplo) Así pues, vamos a hacer un breve repaso sobre la anatomía del MMII para entender algo mejor los mecanismos lesionales que veremos a continuación.
a estructura ósea del miembro inferior se compone de la cintura pélvica, con el sacro, 3 huesos largos: fémur, tibia y peroné, un sesamoideo grande: rótula o patela y los huesos del tarso: astrágalo, calcáneo, escafoides, cuboides, 3 cuñas, 5 metas y 3 falanges por dedo excepto el gordo que solo tiene 2.
Tenemos entonces 3 articulaciones básicas:
La primera será la articulación coxofemoral de la cadera, donde articula la cabeza del fémur con la cavidad acetabular o cotiloidea de la pelvis a modo de enartrosis, con gran capacidad de movimiento: flexión, extensión, abducción, aducción y circunducción. Esta articulación une al tronco con las extremidades inferiores.
La segunda, va a unir el muslo con la pierna, o lo que es lo mismo, el fémur (hueso del mulso) con la tíbia y el peroné (huesos de la pierna) mediante una enartrosis.
Es la articulación de la rodilla. Esta articulación tiene una forma compleja y va a ser causa de grandes patologías en el futbolista como la rotura de ligamentos cruzados, esquinces, meniscopatías, condromalacia rotuliana, tendinosis cuadricipital… En esta región el fémur articula sobre la tibia pero la concordancia entre los cóndilos femorales y las cavidades glenoideas de la tibia no es perfecta y, por eso, existe entre ambas dos fibrocartílagos en forma de semianillos que ayudan a la congruencia articular y hacen de amortiguación en caso necesario, se llaman “meniscos” y son de gran importancia.
Cabe destacar también los mecanismos que le confieren estabilidad a la articulación, estos son los ligamentos. Los más importantes y fáciles de lesionar son:
La tercera articulación es la llamada “tibioperoneoastagalina” o articulación del tobillo, la forman la parte distal de tibia y peroné (maléolos) al unirse con el astrágalo y calcáneo. Es una región importante y que se lesiona con frecuencia, no obstante, vamos a centrarnos en el muslo, ya que el músculo al que dedicaremos este trabajo es biarticular e implica a las 2 regiones anteriores a esta.
En cuanto a musculatura de la zona, la dividiremos en 4 partes, 2 anteriores (región pélvica y muslo anterior) y 2 posteriores (región glútea y muslo posterior). Cabe decir que toda esta musculatura es en gran medida a encargada del mantenimiento de la posición bípeda y de la coordinación y estabilización de MMII tanto en la marcha como en la carrera, salto, natación… con lo cual debe tener una fuerza y resistencia importante.
Zona pélvica:
Existen 3 músculos: el psoas mayor y el menor procedentes las vértebras D12 a L5 y el ilíaco situado en la fosa ilíaca interna. Tras pasar todos ellos por debajo del ligamento inguinal, formarán el grupo muscular que conocemos como psoasilíaco o iliopsoas, que insertará en el trocánter menor de fémur.
Sus funciones serán la flexión de tronco, la rotación externa de la articulación coxo-femoral y, la más importante en este momento; la flexión de cadera.
Zona anterior del muslo: En esta zona vamos a encontrar un plano profundo localizado en la parte interna del musloque cuenta con 6 músculos, cuyas funciones principales serán la aducción (aproximación del miembro al plano medio) y la rotación interna de cadera, excepto el grácil (o recto interno) que además colabora en la flexión. Son pues los autores principales del chute de balón en el fútbol.
En el plano más superficial se encuentra el resto de la musculatura que recubre al fémur y completa en movimiento de la extremidad inferior, sus funciones son más variadas.
En esta parte es donde está situado el grupo muscular considerado como el más potente del cuerpo: el cuádriceps. Está por 4 grandes músculos: 3 vastos (lateral, intermedio e interno o medial) y el recto anterior o recto femoral. Los vastos se sitúan uno al lado del otro de forma paralela, mientras que el recto anterior ocupa un plano más superficial colocándose sobre el vasto inermedio
La función principal de este grupo muscular es la extensión de rodilla. Además, el recto junto con el psoas iliaco, realiza la flexión de cadera.
Sobre dicho grupo cruzará el sartorio, es un músculo largo que viaja desde la parte externa de la pala ilíaca a la cara interna de la tibia. Este músculo realiza diversas acciones como son: la aducción, la flexión y rotación externa de cadera, la flexión y la rotación interna de rodilla.
Y ya en la cara lateral externa del muslo encontraremos el tensor de la Fascia Lata. Que viaja desde la espina iliaca antero-superior de la pelvis hasta la tuberosidad externa de la tibia y rótula.
Región glútea:
La musculatura de esta zona no solo se encarga de realizar movimientos a nivel de las extremidades inferiores, sino que también es la máxima responsable de la estabilización pélvica tanto estática como dinámica.
Aunque la región sea pequeña, existe una cantidad considerable de músculos, cada uno con una función determinada y una colocación superpuesta de unos sobre otros.
En el plano profundo se localizan:
Mención especial merece el músculo que ocupa el plano más superficial de la región glútea y que da nombre a ésta: el glúteo mayor.
Parte posterior del muslo:
Forman un grupo muscular llamado “isquiotibiales”, como su propio nombre indica emergen de la región isquitiática para insertarse en distintas zonas de la parte proximal de la tibia, sus movimientos principales serán pues: rotación, extensión de cadera y flexión de rodilla.
Dichos movimientos son los contrarios a los que realiza el grupo muscular cuádriceps, por eso decimos que son grupos musculares “antagonistas” entre sí.
El plano profundo de esta región lo van a conformar también los mismos aproximadores que se han nombrado en la parte anterior del muslo.
Por tanto, los músculos que vamos a encontrar son 4, formando 2 grupos musculares:
Sus funciones son; extensión, aproximación y rotación interna de cadera y flexión y rotación interna de rodilla.
En este estudio de “el mal del futbolista” el músculo que se lesiona es el recto anterior. Dicho músculo se encuentra en la zona anterior del muslo formando parte del grupo muscular cuádriceps.
Se trata de un músculo biarticular (cadera y rodilla) por tanto, cualquier desequilibrio causado a estos niveles pueden alterar y perjudicar su estructura.
Biomecánica del miembro inferior:
Ya que gran parte de las lesiones de rotura del recto anterior se producen en el momento del golpeo del balón, es interesante dedicar un momento al análisis biomecánico del miembro inferior en este acto para entender mejor los mecanismos que pueden provocar esta lesión.
Así, el sistema nervioso central planea la ejecución de una tarea (en este caso un movimiento) a partir de la información sensorial obtenida del entorno y la orientación del cuerpo y las articulaciones es entonces cuando decide los músculos y estructuras que serán reclutados para proporcionar fuerza y equilibrio al cuerpo en dicha acción.
Sabemos que el modo de actuación de la musculatura esquelética es la contracción y la relajación con una coordinación entre agonistas (músculos que realizan la contracción o movimiento) y antagonistas (el grupo muscular contrario que normalmente se relaja cuando actúa en anterior) y sabemos también que existen distintos tipos de contracción muscular en función del movimiento que sea necesario realizar, estas son;
Es importante saber cuáles son las fases de la marcha o, en este caso de la carrera y cuáles van a ser los músculos que intervienen en cara uno de los movimientos. Ferro, en 1996 propuso la siguiente secuencia de fases de la carrera:
Según otros autores que estudiaron la biomecánica en gestos deportivos, las fases de la carrera se pueden dividir en 3 etapas:
Pero dado que la lesión que nos ocupa no se produce en el transcurso de la marcha o de la carrera, sino en el momento del golpeo del balón, es necesario observar qué sucede en ese momento para saber cuál puede ser la causa de la lesión.
ANALISIS BOIMECANICO EN EL GOLPEO DE BALON CHUTE
En el futbol el gesto más importante es el chute o golpe al balón, el cual, además de necesario puede resultar lesivo en determinadas circunstancias, sobre todo en lanzamientos a altas velocidades.
Hay diferentes variables que influyen en la efectividad del golpeo del balón como por ejemplo el ángulo de aproximación y la velocidad de ejecución. El estudio de la velocidad (Opavsky 1988) determina que con la aproximación estática la velocidad de lanzamiento es menor que con la aproximación en carrera, por tanto el segundo caso será más propicio a causar lesión.
En el momento de la marcha, un jugador que está en carrera tiende a aumentar su base de sustentación y a bajar su centro de gravedad para ganar estabilidad.
En el momento de la carrera, el tronco y la pelvis contribuyen al mantenimiento de la postura, mientras que la estabilización la realiza el glúteo medio y la articulación de la cadera contraria actúa como fulcro para la rotación.
En la fase de talonamiento, el tibial anterior, extensor común de los dedos y propio del 1ª tiran del pie y lo llevan hacia flexión dorsal, mientras que el cuádriceps se contrae para la extensión y estabilización de rodilla. En el desplazamiento del peso el glúteo medio permite la abducción y el tríceps sural realiza el impulso.
Cuando la marcha es estable, se tiende a mantener una pierna en apoyo y la otra retrasada respecto al tronco para conseguir una mayor fuerza que utilizará para impulsar el balón. La fuerza para el golpeo al balón la realizarán fundamentalmente los músculos del cuádriceps, por ser flexores de cadera, y en especial el recto anterior (de ahí que sea el que más se lesiona)
Mecanismo lesional:
Todos los tejidos tienen un umbral propio de resistencia en base a sus propiedades y el tipo de carga destinado a soportar, si por cualquier motivo se aplica una fuerza mayor a esa resistencia el tejido se rompe.
La carga está determinada por las fuerzas, vectores y variaciones en el tiempo.
El cuerpo está sometido a 2 tipos de fuerzas: internas (efecto de los músculos sobre tendones, huesos y articulaciones) y externas (gravedad y fuerza de reacción).
Cuando existe una buena coordinación neuromuscular se reduce el riesgo de lesión, por tanto este riesgo aumenta cuando hay fatiga o una tensión excesiva.
No existe un consenso respecto al mecanismo más común por el cual se produce una lesión en un futbolista, pero la mayoría de los autores coinciden en que gran parte de las lesiones se producen por el contacto físico entre el jugador y otro elemento; bien sea con otro jugador o bien con otros elementos como el balón, el suelo, palos de portería… En este momento lesivo, las fibras musculares son comprimidas contra el hueso provocando la destrucción de algunas de ellas y produciendo un hematoma. En ocasiones puede llegar a romperse la aponeurosis que rodea al músculo o grupo muscular.
Las lesiones sin contacto suelen producirse durante los entrenamientos por sobrecarga o fatiga muscular.
En cuanto a las lesiones musculares su forma más grave y la que nos atañe en este estudio es la rotura que puede producirse por distracción o por compresión.
Las roturas por distracción son de causa intrínseca, normalmente producidas por sobrecargas, sobreesfuerzos y fatigas musculares que rompen el equilibrio agonista-antagonista. La rotura se produce normalmente en 1 solo músculo que suele ser biarticular y se localiza en las partes más superficiales o en su inserción.
Este tipo de roturas se producen en deportes que requieren fuerza explosiva en un corto periodo de tiempo porque la demanda de fuerza al músculo rebasa su capacidad, por tanto la rotura se produce en las contracciones excéntricas como por ejemplo frenadas bruscas, aceleración rápida, cambios de ritmo brusco, chutes a balón, etc.
En el futbol, la lesión suele aparecer en el momento del chute, cuando se aplica una carga dinámica (por ejemplo un balón) sobre el miembro que realiza el movimiento, normalmente durante una contracción excéntrica. El resultado es una contracción muscular violenta con un estiramiento simultáneo que dará lugar a una distensión o una rotura de las fibras musculares.
Según Rius y cols. (2005), si la alteración se produce en fase de contracción, afectará a las fibras más superficiales, por el contrario, si el impacto se produce en fase de relajación, afectará a las fibras más profundas.
El riesgo de sufrir esta lesión se puede ver favorecido por diferentes factores como podrían ser:
Se ha demostrado también (Witvrouw et al) que la rigidez muscular en MMII disminuye el rango de movimiento y predispone a padecer accidentes musculares, especialmente roturas o distensiones.
Tipos de distensiones y roturas:
En este punto es importante recordar el concepto de la patología que nos ocupa; la rotura de fibras del recto anterior en el futbolista.
Es una rotura total o parcial en el vientre muscular del recto anterior normalmente producida por distracción en el momento de golpeo de balón.
Cuando se produce una lesión muscular, ésta suele acompañarse de un sangrado en la zona que en ocasiones puede complicar la recuperación de la misma.
Dependiendo de si la fascia muscular está o no íntegra la hemorragia se va a clasificar en intermuscular o intramuscular.
El caso más leve es el de la hemorragia intermuscular. Aquí la fascia se encuentra rota y el sangrado discurre entre los vientres musculares evitando así presiones y provocando menos dolor e impotencia funcional.
Por el contrario, si la hemorragia es intramuscular, significa que la fascia muscular está íntegra y el sangrado se concentra sobre el músculo afectado provocando un aumento de la presión sobre éste y por tanto un dolor intenso e imposibilitando a veces el movimiento.
Respecto a las roturas musculares, tradicionalmente se clasifican en 3 grados atendiendo a su gravedad y al número de fibras afectadas:
Se produce un sobreestiramiento o la rotura de algunas fibras musculares (menos del 5%). Presenta dolor agudo en el momento de la rotura, con tumefacción pero con un rango de movilidad más o menos completo. El lugar del dolor no es en un punto exacto, cede con el reposo y aumenta con el movimiento. No se aprecia depresión en la zona de rotura de las fibras porque la zona de retracción se llena de líquido serohemático.
Se produce la rotura de un número considerable de fibras musculares y/o tendinosas. Ocurre normalmente durante la carrera o el salto. La palpación es dolorosa, con tumefacción y pérdida de movilidad o incluso impotencia funcional. El dolor es inmediato y el deportista debe abandonar el terreno de juego en el momento en que se produce. La inflamación es fluctuante por el hematoma.
Se produce la rotura completa del vientre muscular o la unión miotendinosa. En la palpación se observa una depresión importante (zona de rotura) con un abultamiento en las zonas superior o inferior que corresponde al músculo retraido por la rotura (signo del Hachazo). El dolor es intenso e inmediato con imposibilidad de movimiento. Presenta un edema importante y la solución es quirúrgica.
La Velocidad se trabajaba a través de acciones de springs rectos de más o menos distancia y repeticiones dependiendo de lo que pensaba en ese momento el responsable de la parte física del equipo.
La parte de Flexibilidad no llegaba a ser ni tan siquiera significante, realizando movimientos y acciones con rebotes, o estiramientos de inmensa duración y sin seguir una secuencia.
La Preparación Física ha sido un aspecto muchas veces olvidado por parte de los entrenadores y dirigentes de los equipos.
Siempre se le ha dado prioridad al resultado y no en preguntarse cómo trabajar para conseguirlo.
Para comenzar a tratar los antecedentes de la preparación física en los deportes, tendríamosque hablar de Matviev, Verjoshanski, etc., pero no voy a detenerme en explicar la historia, sino quien ha sido el verdadero precursor de lo que hoy se conoce dentro de la preparación física en el fútbol: Francisco Seirulo.
En éste artículo, lo que pretendo es hacer llegar al lector la visión de que toda ésta metodología ya no debería de existir, ya que ha dado un giro de 180º.
Desde hace años los preparadores físicos se han especializado mucho más en deportes de equipo y más concretamente en el fútbol. Ya están obsoletos los trabajos analíticos sin sentido. Ahora a cada ejercicio se le intenta buscar un objetivo y a poder ser integrándolo en el juego.
Como he señalado anteriormente, buena parte de culpa la tiene el que para mí ha cambiado la Preparación Física en nuestro país, y prácticamente en todo el mundo del fútbol moderno:
Paco Seirulo, un estudioso de la Preparación Física que comenzó a conocerse en el mundo del balonmano y que lleva 15 años encargándose de la Preparación Física del F.C.Barcelona.
Sin duda alguna él es el que cambia el pensamiento y la metodología de trabajo de éste mundo, introduciendo un concepto básico que a la vez es definitivo: el trabajo físico integrado en el trabajo táctico y técnico del equipo. Busca la Variabilidad y no la Repetición Automática (en el fútbol no hay dos acciones iguales).
Trabajo especializado por líneas (el delantero centro realiza trabajos diferenciados respecto a un lateral, ya que los movimientos en el partido son diferentes) en base a los movimientos tipo que tienen los jugadores en el partido (un jugador no hará un spring de 100 metros recto en un partido, sinó que hará paredes, conducirá bola, etc.).
La Resistencia ya no se trabaja como antaño, sino en modo de posesiones, juegos de posición, pudiéndolo alternar con trabajos de Fuerza o Velocidad, diferenciándola entre Eficiencia/ Capacidad Aeróbica y Resistencia Anaeróbica Láctica o Aláctica.
La Fuerza hoy en día se trabaja en dos aspectos, en el campo integrada en el trabajo de táctico como por ejemplo finalizaciones, superioridades, inferioridades, etc., y el trabajo de gimnasio que será más a nivel compensatorio y preventivo de lesiones. Ésta capacidad se desarrollará en Fuerza Explosiva y Resistencia, sobretodo.
La Velocidad es controlada por series y repeticiones exactas dependiendo de que nos interese mejorar (Velocidad Reacción/ Desplazamiento/ Gestual) y sobretodo con cambios de dirección.
En cuanto a la Flexibilidad, podemos incidir en que hoy en día siempre se activa el músculo antes de llevar a cabo el estiramiento de principio de entrenamiento, y relajándolo al final del mismo. Esto conlleva a que un estiramiento sea más corto y activo y el otro sea más largo y pasivo.
Otra de las diferencias que hoy en día debemos apuntar, es la de que para trabajar cualquiera de éstos aspectos siempre se debe preparar al futbolista adecuadamente, calentando específicamente en relación al trabajo de la parte principal que vayamos a realizar. En cambio, antes el calentamiento consistía en realizar carreras continuas o movilidades articulares, si es que existía parte de calentamiento.
Todo ello lo intentaremos desarrollar un poco más en próximos artículos.
Para acabar éste escrito es debido agradecer a Paco Seirulo esta manera de ver la Preparación Física dentro del fútbol que nos hace estar mucho más próximos al futbolista, dejando de ser la persona que no querían ver los jugadores en otros tiempos por la metodología de trabajo físico que se realizaba. Hoy en día estamos a la misma altura en importancia que un entrenador o 2º entrenador, ya que hacemos disfrutar a nuestro deportista.
Josu Imanol Julian Fandiño
www.futbolsesion.com
Paco Seirulo, preparador físico del Barça, se citó con Ángel Cappa en Barcelona. Se conocen por diversos congresos de fútbol y comparten una idea, original y nada extendida, sobre la utilidad de la preparación física enfocada al fútbol. En esta charla se desmoronan, de hecho, varios mitos ya instalados sobre el asunto en relación, por ejemplo, a las pretemporadas o al uso del gimnasio y las pesas para los jugadores de fútbol.
Cappa: No sé si coincidirás, pero para mí la preparación física como tal no existe. Existe la preparación de un futbolista, de un basketbolista, de un tenista, pero no en general. Seirulo: Coincido. Antes, por error, se pensaba que primero había que fabricar un atleta y luego que jugase a lo que sea. Si se quería entrenar la resistencia, se entrenaba por igual en el monte, en el mar… donde fuese. Y luego adaptaban esa resistencia a su deporte. Y no es así. Así pierdes tiempo y energía, pues cada deporte requiere su tratamiento específico.
C: La velocidad, por ejemplo. En fútbol es diferente, tiene que ver con la precisión, con ver antes la jugada. S: He entrenado en otros deportes y el fútbol es el que más prima las habilidades del jugador: su inteligencia, toma de decisiones, sensibilidad, comprensión del espacio y del tiempo…¿Por qué? En fútbol, lo mismo que tú utilizas para movilizarte lo usas para jugar, y tienes que estar concentrado en ti mismo y en el equipo. Por eso, los talentos de este deporte son, personalmente, tipos muy especiales.
C: Eso me hace recordar una anécdota que viví con Maradona. Estábamos viendo un partido de basket de Michael Jordan y le dije: ‘Diego, qué gran jugador es, ¿verdad?’. Y me dijo; ‘Sí, es un grande, yo lo admiro, pero no te olvides de que juega con lamano, ¿eh?’. S: Claro, ésa es la dificultad del fútbol: los pies, y eso acarrea muchas obligaciones motrices, que, a su vez, complican la percepción y las relaciones interpersonales del atleta. A mí los jugadores muchas veces me dicen: ‘Oye, Paco, ¿por qué no entrenamos la velocidad?’. Y les contesto que eso lo entrenamos todos los días, porque el fútbol es eso: velocidad, aceleración… no correr sin más, sino adaptarte a correr respecto al balón y al rival. Tocar el balón con la velocidad adecuada y hacia donde tú deseas. C: La fuerza también es distinta. Para mí la fuerza en el fútbol es astucia. S: Claro. Es aplicar tu energía en el momento oportuno. Si no, la fuerza no sirve para nada. Si eres muy fuerte y cada vez que chocas con uno te quitan el balón o haces falta, estás perdido. C: Hay gente que piensa, por error, que los jugadores altos cabecean más y mejor. Y no es cierto. Hay que saber saltar y saber cabecear. S: De hecho, los grandes cabeceadores de la historia nunca han sido muy altos. Han sido tipos medianos pero muy astutos, adivinando la trayectoria del oponente, del balón y la velocidad precisa. C: Hay muchos mitos en la preparación física de nuestro deporte. Uno es el calentamiento; otro, la pretemporada; y el tercero, las pesas. S: Son, para mí, tres temas claves. La pretemporada es el más grave. Yo creo que es imposible que, entrenando un mes, se llene, como se pretende, el tanque de un futbolista para toda la temporada. Imposible. Y los preparadores tenemos que flagelarnos en esto pues le hemos dado demasiada importancia a la pretemporada. Hacer entrenamientos dobles y triples durante dos semanas no es bueno para los jugadores. Sólo consigues fatigarlos y que lo estén pagando durante los cinco primeros partidos de Liga. Para mí lo correcto es prepararse para el primer partido sólo. Exclusivamente. Y luego para el segundo… y así. No se puede hacer una pretemporada entrenando dos semanas seguidas en tres turnos sin tocar el balón.Perjudica y no es útil. C: Cuando entrené en Sudáfrica, los jugadores venían de hacer cuatro sesiones al día. Eso era una masacre. ¿Y del calentamiento, qué me dices? Hay una especie de obsesión de estar 25 minutos calentando. Yo vi cómo calentaba Cruyff en su día y sólo hacía pataditas con la pelota y alguna carrerita liviana. Maradona, igual. Es verdad que hay jugadores nerviosos que quizás sí necesiten correr más para quitarse esos nervios. Pero eso es todo. S: He discutido mucho sobre esto y he probado mucho. Para nosotros el hecho de calentar es sólo un acto socioafectivo, esto es, sólo sirve para ponerte en contacto con tus compañeros y con el ambiente. Ése es el principal objetivo del calentamiento. Porque hay otro problema añadido. Los jugadores, si juegan a las diez de la noche, se levantan ya a las seis para merendar. Y cuando se levantan, como a todos, les duele algo. Por eso, se trata de moverse un poco, engeneral, y luego coges el balón, te lo pasas unas veces y ya está. He visto mil veces cómo un jugador sale a jugar sin calentar, por lesión de otro, y no le pasa nada. Juega sin problema alguno. C: Eso pasa en el basket. Los jugadores salen de repente, sin calentar y no pasa nada. S: O en el tenis. No he visto a tenistas dar vueltas a la pista antes de jugar. Salen, calientan dándole a la bola, un par de saques… y empieza el partido. C: Otro mito, por desconocimiento, es pensar que si el jugador corre más va a jugar mejor al fútbol. S: En nuestro deporte sólo con las tres carreras que haces tras el saque de centro y un par de movimientos… ya has calentado. Y a partir de ahí, ya puedes correr todo lo que quieras. No puedo decir que es una barbaridad calentar, pero no es necesario hacer esos calentamientos exagerados a los que el fútbol nos tiene acostumbrados. Otra cosa sería, por ejemplo, una carrera de 400 metros. Ahí sí, pues es un esfuerzo individual, específico y único en un tiempo corto. Pero en el fútbol, ¡para nada!
C: Decía el doctor Oliva que ‘sentirse cansado no es estar cansado’. El cansancio es, en parte, psicológico. Influye mucho el estado de ánimo. Nunca se ve un equipo que ganando 4-0 esté cansado. S: Eso lo ves en atletismo. El que llega primero, que debería estar más cansado, se pasa luego el tiempo dando la vuelta a la pista, saludando… y los otros están en el suelo hechos polvo. Y es por el factor anímico. Son las endorfinas. Tu propio cuerpo genera autoestima. Por eso sólo un pequeño factor biológico justifica el calentamiento. Pero, insisto, nada más. C: Lo curioso es que de preparación física no habla nadie, salvo cuando pierde el equipo. Ahí sí se justifica todo. S: Sí, parece que de repente no corren. ¿Y por qué no corren?Pues quizás porque van perdiendo y no al revés. Cuando un jugador da dos pases malos, la solución no es correr, sino pararse para recuperarse. C: Y la presión. La tensión permanente de ganar también influye mucho en lo físico. S: Eso se nota, sobre todo, en la recuperación. El estrés genera más estrés. Los jugadores, en una dinámica negativa, no recuperan bien y por eso están cansados. En el Barça nuestros entrenamientos están basados en el cambio. Nunca hacemos dos entrenamientos iguales, que tengan la misma intensidad o elmismo objetivo. Al tercero igual, los jugadores pasan. No sirve de nada. Los hábitos generan estabilidad inicial pero acaban por destruir. Los jugadores, para adaptarse al nuevo entrenamiento, sacan la energía que tenían aparcada y el equipo se beneficia de eso. C: Además, hay que entrenar con creatividad. No se debe prever todo, hablando desde el punto de vista futbolístico. Depende también del día, de lo que surja en ese instante. Muchas veces uno cambia lo que tenía previsto en lamañana. S: Yo aplico unos parámetos mínimos, pero luego observo y si veo que a partir de unas series hechas, hacer más no sirve de nada, lo dejo. Los jugadores pierden interés si hay mucha repetición. De los entrenadores que he tenido en el Barça los que mejor han manejado este aspecto han sido los que mejor resultados han tenido. C: Cuando yo hago ejercicios para los defensas, por ejemplo, no pienso en el tiempo que deben estar haciéndolos. Eso depende de muchos factores. S: Muchos entrenadores seangustian con esto. Si a un ejercicio le faltan dos series, te lo recuerdan angustiados. ¡Y no pasa nada! Los jugadores, muchas veces, quieren saber exactamente lo que tienen que hacer para mentalizar a su cuerpo para ese esfuerzo. Por eso yo les intento mantener siempre alerta. No quiero que sean funcionarios del entrenamiento. Así se motivan, aunque, siendo sinceros, la motivación en el fútbol viene por el gol… y nada más. C: ¿Hablamos de las pesas? Hay obsesión por ello. Muchos creen que si se está más musculado se juega mejor y se lesionan menos.Y no es así. S: Hay un error: adjudicar siempre las lesiones a la preparación física. En el fútbol hay dos cosas: accidentes y lesiones. Los accidentes, que tenemos muchos, son inevitables y las lesiones, que tenemos menos, no. Utilizar las pesas de forma genérica, en movimientos y en cargas que son muy ajenas al fútbol, es un error. Las pesas preparan al músculo para otras actividades que no son las que va a utilizar el jugador en el césped. Y eso le provoca sobrecargas. La musculación hay que usarla para mejorar la fuerza enfocada al fútbol, no genéricamente. Otra cosa es que de 16 a 19 años el futbolista necesita una formación muscular para que deje de ser un ciudadano de la calle y se transforme en un deportista. Pero si puede ser con balón, mejor. ¿Por qué? Porque el balón añade el elemento coordinativo que luego utilizas en el campo. Si tú haces tres saltos de piernas, como ejercicio, pero sin balón, no tiene sentido. Dónde saltas, cómo apoyas… todo es diferente si metes un balón por medio. Por eso hay que hacerlo con balón. No es lo mismo saltar que saltar para tener que dirigir un pase. Por eso, la preparación física del fútbol hay que hacerla con balón siempre. El concepto está equivocado. La cuestión no es coger fuerza en las piernas, sino adaptar la musculación a lo que luego vas a hacer en el campo. Lo contrario genera lesiones, pues el músculo no está preparado. C: A eso hay que añadirle que hoy en día los jugadores tienen demasiados partidos, demasiada tensión. Si estás en un grande, siempre existe la obligación de ganar. S: Y además los jugadores van de la selección a los clubs y viceversa. Y nadie entrena igual. Los jugadores varían de un tipo de entrenamiento a otro y eso les afecta. C: Yo, cuando llego a un equipo nuevo a mitad de temporada, siempre pregunto qué estaba haciendo el preparador físico anterior para no generar descompensación. S: Muchas veces la culpa la tenemos nosotros, los preparadores físicos, porque para ser diferentes hemos inventado cosas que dañan a los jugadores. C: Para resumir, yo creo que hay una preparación enfocada al músculo y otra, la correcta, enfocada al fútbol, al juego.
Por ivanero9
Existen muchos estudios que demuestran que la debilidad de este músculo puede conducir a alteraciones en la biomecanica de la cadera, rodilla y pie y en este caso remarcaremos dos aspecto de la relación entre dicha debilidad y la postura del corredor
El tendón rotuliano forma parte del aparato extensor de la rodilla y une la rótula con la tibia.
Síntomas: se caracteriza por un dolor punzante en el tendón que en estados agudos puede llegar a sentirse incluso mientras estás sentado. Las escaleras son la mayor tortura de quienes la sufren y es una de las lesiones que mas cuesta eliminar.
Causas: mala técnica de carrera; estiramientos pobres o inexistentes (la excesiva tensión del cuádriceps provocando la inflamación e incluso el desgarro de dicho tendón); superficies duras, sobre entrenamiento.
Las claves para la recuperación: fortalecimiento y estiramientos de los cuádriceps , hielo en la zona, y tratamiento de fisioterapia.
TENDINITIS AQUILES: El tendón de aquiles conecta los músculos de la pantorrilla al talón y se utiliza para caminar, correr y saltar .
Síntomas: dolor en el talón y a lo largo del tendón al caminar o al correr; sensación de rigidez y/o dolor en las mañanas.
Causas: similares causas a la tendinitis rotuliana, mala técnica de carrera; estiramientos pobres o inexistentes (aquí la excesiva tensión se da en los músculos de la pantorrilla afectando al tendón); superficies duras, sobre entrenamiento.
Las claves para la recuperación: estiramientos de los músculos de la pantorrilla, hielo, bajar la carga de entrenamientos y fisioterapia.
-SINDORME DE LA CINTILLA ILIOTIBIAL: La banda iliotibial sirve de tensor lateral y se encuentra a nivel del muslo y se inserta desde la cadera hasta la parte inferior de la rodilla a nivel de la tibia. Este tensor es fundamental para poder mantener la estabilidad lateral a nivel de la rodilla.
Síntomas: Se caracteriza por un dolor que puede llegar a ser muy intenso (como si te estuvieran clavando algo) por el costado externo que puede ir desde el muslo a la rodilla. Las molestias aparecen, al principio, después de varios kilómetros de carrera, aumentando en terreno ondulado o en superficies duras no planas. Es frecuente que estas molestias aparezcan al aumentar la zancada. Posteriormente, son cada vez más precoces y molestas en actividades cotidianas y su intensidad puede obligar al corredor a interrumpir su actividad.
Causas: correr regularmente en terrenos no uniformes (obligan a una pierna trabajar mas que la otra) o entrenamientos en cuestas (bajando), estiramientos deficitarios; la mala técnica de carrera también influye.
Las claves para la recuperación: estiramientos de la banda y cuádriceps ; evitar los terrenos no uniformes; aplicación de frío localizado y muy importante la fisioterapia.
-PERIOSTITIS TIBIAL: El periostio tibial es la membrana que cubre a la tibia y su inflamación por sobreuso general la periostitis.
Síntomas: dolor en la cara interna de la pierna a lo largo de la tibia. En grados avanzados de la lesión puede llegar a producir fracturas por estrés de la tibia.
Causas: Aumento abrupto de las cargas de entrenamiento, músculos no estirados y mala técnica de carrera.
LAS CLAVES PARA LA RECUPERACIÓN:
- BAJAR LA INTENSIDAD DE LOS ENTRENAMIENTOS. - REALIZAR ESTIRAMIENTOS. - APLICACIÓN DE HIELO. - NO CORRER POR TERRENO DURO. - IMPORTANTÍSIMO”"FISIOTERAPIA PRECOZ”".
ROTURA FIBRILAR
La rotura de fibras es una lesión de partes blandas encuadrada dentro de las lesiones producidas por un traumatismo indirecto. Las lesiones musculares obedecen en general a dos mecanismos lesionales: 1) distensión (“estiramiento muscular”, las roturas fibrilares se clasifican es este punto) y 2) traumatismo directo que produce contusión del músculo. También ocurren desgarros (laceraciones) musculares, pero son poco frecuentes el la práctica deportiva. En este caso, nos vamos a centrar en las lesiones musculares mencionadas en el punto 1).
Una rotura fibrilar es una lesión no muy grave en la que se afectan las fibras que forman el vientre muscular. La gravedad de la lesión dependerá del número de fibras afectadas, pudiendo llegar incluso a la rotura total del músculo. Existen 3 grados de rotura fibrilar dependiendo del número de fibras lesionadas. Las distensiones musculares (o roturas fibrilares) se producen por lo general a nivel de la unión musculotendinosa, durante un episodio de actividad muscular excéntrica máxima. Los esprínteres o velocistas muestran especial predisposición a este tipo de lesiones. Cabe destacar que los músculos más afectados son los biarticulares, como por ejemplo los isquiotibiales, los gemelos y los aductores de cadera.
Normalmente, las roturas de fibras ocurren cuando la demanda sobre un músculo excede su fuerza innata, por ejemplo en paradas bruscas, deceleraciones, aceleraciones rápidas, etc… Las fibras se rompen porque se sobrepasa de manera excesiva la elasticidad fisiológica del vientre muscular. En lesiones leves, puede ser que el sujeto pueda terminar la actividad, aunque existe el riesgo de que la lesión empeore por el esfuerzo. En lesiones más importantes, el deportista siente un dolor súbito en el momento de la lesión, el cual recuerda con exactitud, y no puede terminar la práctica deportiva. Luego de la lesión, persiste la hipersensibilidad con dolor incluso en reposo, y se agrega una disminución de la función contráctil.
Otro signo característico es la hinchazón secundaria a sangrado o edema subsiguiente. Todos los tipos de lesión muscular, independientemente de su causa, se asocian con sangrado muscular interno. Esto sucede porque el muscular es un sistema bien vascularizado y porque el flujo sanguíneo regional suele ser elevado en el momento de la lesión. Por consiguiente, son comunes los hematomas. La lesión y el sangrado tisular provocan una reacción inflamatoria; esta reacción constituye la base de la respuesta reparadora que conduce a la formación de tejido cictrizal. Después de una lesión muscular significativa, la regeneración tisular muscular es de escasa magnitud y el tejido lesionado es más bien reemplazado por tejido fibroso cicatrizal que carece de propiedades contráctiles, lo que incrementa el riesgo de lesiones recurrentes.Como prevención para posibles lesiones o recaídas, se deben tener en cuenta varios aspectos antes de realizar cualquier actividad física de forma segura:
• Es muy importante realizar un buen calentamiento previo a cualquier actividad física. La entrada en calor tiene por objeto aumentar la temperatura muscular entre 1 o 2 grados, lo que hace que el músculo esté más flexible previniendo las lesiones. De la misma manera, la vuelta a la calma de una forma continuada contribuye a eliminar los productos de desecho producidos durante el ejercicio. Estirar al finalizar la práctica deportiva evita sobrecargas musculares y mejora la función muscular.
• Los ejercicios de fuerza contribuyen a que los músculos en conjunto trabajen en forma coordinada; si agregamos trabajos de propiocepción se logrará que la dinámica muscular funcione en armonía, evitando lesiones.
• La dieta también cumple un papel importante ya que si el aporte de hidratos de carbono no es el adecuado, la lesión puede aparecer por estar el músculo fatigado al no tener el aporte energético necesario.
Grados de rotura fibrilar
Rotura fibrilar de grado 1
Es la más frecuente y corresponde a una rotura microscópica en la que sólo unas fibrillas musculares son lesionadas. Existe hemorragia local y equimosis por debajo del nivel de la lesión. Al ser de tamaño reducido, no suelen ser visibles en la ecografía. El paciente refiere dolor que aparece de forma instantánea al producirse la lesión, habrá impotencia funcional y no podrá terminar la práctica deportiva. Con el reposo disminuye el dolor pero éste se reproduce con la presión o el movimiento.
Además, habrá dolor al estiramiento pasivo, y los movimientos pasivos estarán afectados si la lesión es evidente. Existirá dolor a la contracción isométrica, y los movimientos activos y contrarresistidos serán dolorosos. La musculatura estará contracturada por la lesión.
Rotura fibrilar de grado 2
Cuando existe una solución de continuidad macroscópica de las fibras musculares, pero sin afectar por completo al cuerpo muscular. Con la ecografía se pueden visualizar la lesión muscular y el hematoma acompañante. Si la ruptura es superior al 30% del cuerpo muscular, se ha de plantear intervención quirúrgica.
Rotura de fibras de grado 3
Es la ruptura total del músculo. Se rompen totalmente las fibras, separándose ambos extremos musculares con una retracción de los vientres musculares, que se retraen y se contraen. Cursan con intenso dolor e impotencia funcional completa. Es dolor que no cede, y normalmente suele aumentar. Se produce por movimientos bruscos de gran intensidad, con sensación de desgarramiento. Existe gran tumoración y equimosis.
Tanto al mundo del entrenamiento del fútbol como al propio deporte en sí les rodean continuamente una serie conceptos arraigados...
Damos la bienvenida a un nuevo colaborador, Alejandro Muñoz López (Sevilla, 15 de Mayo de 1987), licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) y actual preparador físico del el CD Mairena (Tercera División, Grupo X).
Siempre constante e insistente en su afán de superación personal y trabajo, empezó en el mundo de la preparación física cuando cursaba 1º de carrera con un equipo Juvenil; desde entonces ha ido pasando por diferentes categorías y edades, como la Tercera División. Alejandro ha vuelto a España después de estar dos temporadas como Preparador Físico del Skonto FC de Riga, en Letonia, donde en este tiempo consiguieron quedar campeones de la Copa Báltica 2011, Copa de Letonia 2012,Subcampeones de Liga 2012 y haber participado en la segunda ronda previa de clasificación de la Champions League 2011-12 y en la segunda ronda previa de la Europa League.
Se define como un entrenador más, donde en su idea de trabajo no distingue en un cuerpo técnico de preparadores físicos, segundos entrenadores o asistentes: todos en el grupo de trabajo son técnicos, todos deben sumar, ir en la misma dirección y sobre todo, todos deben ser activos en búsqueda de soluciones y propuestas de trabajo. Entiende la forma de entrenar al futbolista profesional como un proceso en el cual más que entrenar al deportista, hay que “no desentrenarlo”.
Tanto al mundo del entrenamiento del fútbol como al propio deporte en sí les rodean continuamente una serie conceptos arraigados que, muchas veces, sin darnos cuenta, los técnicos ponemos en práctica sin caer en la cuenta de que probablemente estemos haciendo lo mismo año tras año sin adaptarnos al contexto de nuestro equipo.
Antes de planificar y programar (si es que lo hacemos) una temporada (y esto es, en mi opinión), siempre tenemos en mente ese primer paso que la mayoría de los textos que hablan sobre entrenamiento y/o planificación dicen: “Paso 1: análisis del contexto de nuestro equipo”. Y cierto es, que en la medida de lo posible, lo hacemos; adaptamos cómo vamos a trabajar con nuestro grupo en función del grupo que tenemos, de sus necesidades, del entorno que rodea tanto a futbolistas como al propio club, etc.
Son los entrenadores, creo, en este apartado, los que mejor se adaptan buscando la forma de juego que más rendimiento pueda obtener del conjunto de jugadores de los que se disponga, analizando cada uno de ellos tanto a nivel individual como en cuanto se relacionan con determinados jugadores en diferentes posiciones. Pero, ¿y los preparadores físicos?, ¿realmente hacemos una adaptación de nuestra forma de entrenar a estos contextos? La mayoría de nosotros diríamos que sí, aportando razones como que “ intentamos individualizar” (sobre todo en pretemporada) el trabajo de resistencia y/o de fuerza, que realizamos programas de trabajo compensatorio y prevención de lesiones en base a una anamnesis clínica de cada futbolista o que adapto mi forma de entrenar a los recursos materiales que dispongo para el día a día. Y creo que es el camino, que es una forma lógica y objetiva de adaptarnos al grupo que tenemos, pero no hablo de esto; me refería a si realmente estamos adaptando la cronología de nuestros entrenamientos, la organización de las cargas dentro de la semana en función del grupo que tenemos, el número de partidos amistosos que vamos a jugar en pretemporada, la ordenación de las sesiones dedicadas a un tipo de objetivo condicional u otro. Hacemos lo evidente, adaptamos las cargas a cada individuo o grupo de tales, pero al fin y al cabo repetimos éxitos pasados en otros grupos con cada grupo que tenemos, pasando por alto, a veces, que el tipo de planificación como tal, no lo estamos adaptando. En cierta forma, en una pretemporada clásica en el fútbol profesional español, disponemos de un número casi prefijado de semanas, entre las cuales la estructura de entrenamiento no es que sea casi la misma en tus equipos, como técnico, si no que coincide con muchos otros equipos que incluso pertenecen a contextos diferentes.
Son muchos los que, por gracia o por “desgracia”, salimos de España para poder buscar un hueco en un mercado muy corto, con mucha competencia, donde es muy difícil determinar tu calidad como técnico, ya que tu rendimiento va a venir determinado de forma directa en la mayoría de las ocasiones por el rendimiento de tus jugadores. Es en estos momentos cuando creo que es más necesario adaptarse a lo que se ha comentado anteriormente. En las líneas siguientes voy a exponer como ejemplo práctico la pretemporada que realice la pasada temporada en un equipo profesional de fútbol de Letonia, una de las antiguas repúblicas de la extinta Unión Soviética.
1. Breve contexto del club, competición y jugadores.
Otro de los pasos a analizar a la hora de planificar una temporada (y con ello, la pretemporada), es conocer el calendario de competición. En este caso en concreto, comentar para poder tender los datos suministrados, la competición de Liga finalizó un 13 de Noviembre de 2011 y comenzaba un 18 de Marzo de 2012, lo que hacían un total de 19 semanas entre medias. En este sentido se consideró oportuno seguir la línea de trabajo que se detalla en laTabla 1. Para intentar entender el porqué de algunas de estas decisiones, comentar:
• Las pretemporadas en el club en concreto, y a bien sabiendas de los demás e inclusos otras ligas de la zona, duraban en torno a 15 semanas, con dobles sesiones casi todos los días y casi sin días de descanso completo en las mismas.
• Los futbolistas nunca habían realizado un trabajo de fuerza “de calidad” en mi opinión: entrenaban a modo de circuito con máquinas o pesos libres en el gimnasio, trabajando tanto tren superior como inferior, con cargas muy bajas y las mismas cargas para todos, más algunas sesiones de algunos saltos o pequeñas cuestas en un bosque próximo en la ciudad deportiva.
• Nunca habían trabajado la resistencia como objetivo utilizando balón o situaciones específicas; es decir, no habían considerado el hacer situaciones reducidas, ataques por oleadas, contra-ataques etc. Como objetivo de mejora de la resistencia, sino que siempre la hacían dando vueltas al campo o en bosques próximos.
• La media de edad del equipo era de 24 años, con solo 2 o 3 jugadores por encima de ésta edad.
• Durante casi toda la pretemporada hubo de devenir de futbolistas a prueba; el equipo no se cerró hasta casi la última semana de pretemporada.
• Casi todos los futbolistas presentaban desequilibrios musculares, mala postura corporal, historiales lesivos propios de jugadores de 30 años y/o bajo control corporal en líneas generales.
TABLA 1. CRONOLOGÍA DE PRETEMPORADA DEL EQUIPO, TEMPORADA 2012/13
¿Qué se entiende por cada tipo de sesión?
• Día libre: Completo descanso para el ocio, familia etc.
• Entreno: No existe un objetivo de resistencia o de fuerza como principales, sino que premian aspectos como la técnica, táctica y/o estrategia
• Resistencia: Buena parte del tiempo de la sesión o toda la misma se ha dedicado a un trabajo de resistencia a la fatiga
• Fuerza: Buena parte del tiempo de la sesión o toda la misma se ha dedicado a un trabajo de fuerza, en las que se incluían ejercicios como la media sentadilla, el santo con carga, salto específico, cambios de dirección, aceleraciones y/o trabajos excéntricos de cuádriceps e isquiotibiales
• Recuperación / Compensación: Sesión dedicada exclusivamente a la recuperación (RE) o a la recuperación más un trabajo de compensación por parte de futbolistas que no jugaron el partido amistoso anterior (RC).
• Test: Sesión destinada a la medición de ciertos parámetros relacionados con la resistencia y la fuerza (hubo otros test como reconocimientos médicos, desequilibrios musculares etc. que se realizaron durante el período transitorio o de forma individual durante la pretemporada).
• Amistoso: Partido amistoso donde se intentó desde un inicio que los futbolistas fueran acumulando minutos en progresión, comenzando por 45’ de juego y solo jugando en un partido de 75 a 90 minutos en la penúltima semana de pretemporada.
No se han detallado en la Tabla 1 las dobles sesiones: Se realizaban de 2 a 3 dobles sesiones por semana, donde el objetivo era meramente de trabajo compensatorio y prevención de lesiones de forma individualizada en gimnasio (no se disponía de campo para entrenar por las tardes, y por las mañanas no había disponibilidad de hacer dos sesiones en la misma).
En la siguiente entrega hablare sobre la distribución de la carga durante las sesiones y las semanas, terminando con conclusiones que ayudaran a ordenar los pasos a seguir dentro del plan estratégico de la pretemporada.
Alejandro Muñoz, Licenciado en CAFD | Preparador Físico CD Mairena
Muchas veces, sin darnos cuenta, los técnicos no caemos en la cuenta de que probablemente estemos haciendo lo mismo año tras año sin adaptarnos al contexto de nuestro equipo.
La forma en que se presentan los tiempos destinados a cada tipo de trabajo u objetivo, el cómo evoluciona el esfuerzo percibido por los jugadores a lo largo de 11 semanas no debería ser la misma que en una pretemporada clásica en España de 6-7 semanas.
Los datos de carga que se van a presentar a continuación están determinados por el sistema de cuantificación “session-RPE” (Foster y cols. 1996) donde se le pregunta al jugador de forma individual al final de la sesión que valore, en este caso usando la escala de percepción subjetiva del esfuerzo (RPE) de Borg de 6-20 (Borg, 1998), cómo está de cansado. Ese valor obtenido es multiplicado por el volumen de la sesión, obteniendo así un valor de carga (aunque los valores que se presentan aquí tienen una modificación propia respecto a esos valores de 6 a 20.
Como descripción general, en la tabla que se presenta a continuación (Tabla 2) se expone el número de sesiones donde se trabajó cada uno de los objetivos o tipos de trabajo que se observan. En cuanto a cargas, en la Tabla 3 podemos observar el tiempo dedicado en cada ejercicio y en cada sesión a cada valor de RPE. De forma parecida, en la Tabla 4 se observa la distribución de sesiones y tiempo empleado en cada zona de carga, finalizando con dos gráficas de la distribución de la misma tanto por día (Gráfica 1) como semanalmente (Gráfica 2).
3. Conclusiones
El objetivo de este artículo ha sido describir la pretemporada seguida por un equipo de fútbol profesional en Letonia, así como dar a conocer una serie de pautas a seguir en el tratamiento de una pretemporada en un equipo profesional. No es más que otra propuesta de las muchas que hay (ninguna de ellas ni más ni menos válida que otra), en la que desde primera hora se intentó cambiar la forma en que en el club se solía afrontar el desarrollo de la misma, intentando adaptar el trabajo al máximo a las necesidades del grupo, siempre claro está desde mi forma de entender el trabajo a desarrollar
A modo de conclusión final, terminar con un guión o “pautas” de trabajo, breves y generales, que se deberían llevar a cabo a la hora de afrontar una pretemporada en un equipo de fútbol profesional:
1. Analizar el contexto del equipo y del club. Conocer cuáles son los objetivos a alcanzar por ambas partes (tanto directiva como cuerpo técnico), estudiar las características del grupo que tenemos (jugadores, cuerpo técnico, relaciones sociales etc.), entender y analizar los medios de los que disponemos. Determinar qué tipo de recursos extras nos harían falta para llevar a cabo nuestro trabajo, si procede.
2. Estudiar el calendario de competición. Tanto de la pretemporada (giras, amistosos fijados, campañas publicitarias etc.) como de la competición venidera, ya que va a determinar el tratamiento que le demos a nuestra pretemporada.
3. Analizar el estado individual de cada jugador, y estudiar los resultados tanto a nivel individual como grupal. Conocer las capacidades físicas que nos interesen de cada uno de nuestros jugadores, su historial de lesiones (al menos de las últimas 5 temporadas), control bioquímico, nutricional y locomotor para conocer posibles déficits (ya sean fisiológicos o estructurales), Estudiar cómo afectarían dichas variables a nivel grupal, ya sea por inter-relación con otro futbolista en el mismo puesto, en posiciones anexas y en el propio sistema de juego, por lo que debemos conocer también sus capacidades técnico – tácticas.
4. Llegar a un acuerdo todo el cuerpo técnico en el desarrollo que van a tener los entrenamientos y el día a día. Entender el sistema de juego que quiere implantar el entrenador, las demandas físicas en que en la forma de juego van a ser demandadas en cada futbolista y situación, tener claro desde primera hora qué funciones va a desempeñar cada técnico, y sobre todo, establecer las pautas de trabajo con otros equipos de trabajo del club, como pueda ser la dirección deportiva, el cuerpo médico y/o la cantera.
5. Programar y periodizar las semanas de trabajo, los días de entrenamiento. Establecer semana a semana y sesión a sesión los objetivos a trabajar, ya sean técnico – tácticos, condicionales y/o psicológicos. Estudiadas las necesidades individuales de cada futbolista, intentar integrar lo máximo posible un trabajo individualizado para cada situación, entendiendo siempre que el fútbol es un deporte colectivo y que el grueso de los entrenamientos debe ser como tal, de forma colectiva, pero en función de cada caso, realizar entrenamientos individualizados con el fin de corregir cualquier tipo de déficit, prevenir lesiones y/o aplicar algún tipo de estímulo extra porque en la sesión grupal no se ha llegado (o las características tácticas así lo requerían) al umbral de estimulación que hayamos creído oportuno. Cuidar el tratamiento que se realiza a los jugadores jóvenes con respecto a los veteranos; no deberían tener el mismo tipo de trabajo uno que otro.
6. Controlar y aplicar el día a día. De nada nos vale programar y secuenciar objetivos, si luego no estamos comprobando qué estamos haciendo. Ya sea utilizando tecnologías de control de la carga (GPS, pulsómetros, RPE, encoders etc), tecnologías para el control de la sesión (vídeo, Amisco, Prozone, observadores externos) o controles individuales periódicamente (controles bioquímicos con analíticas, test médicos etc), debemos en alguna forma de contrastar nuestra percepción subjetiva con datos objetivos, aunque luego la interpretación que le demos también esté llena de algún tipo de subjetividad.
7. Utilizar lo que te ha dado resultado, pero no tener miedo a incorporar algún tipo de trabajo nuevo. Las Ciencias del Deporte avanzan a un ritmo frenético, a tal punto de que lo que haces hoy, mañana no vale y pasado mañana vuelve a valer. Si algo te ha funcionado, sigue utilizándolo (adaptándolo claro está al grupo en el que estás), pero si hay algo que estabas haciendo que parece que está cayendo por su propio peso, no tengas miedo de probar nuevas formas.
Todo esto expuesto no es más que una forma ordenada de seguir un guión de trabajo en pretemporada, concretamente el guión, a grandes rasgos y sin entrar en detalles, que yo sigo. Simplemente estés en el contexto que estés, dedícale un poco de tiempo a pensar en lo que tienes y a dónde quieres llegar con ello, y sobre todo cómo vas a llegar. De ésta forma, atarás muchos cabos desde primera hora que luego van apareciendo poco a poco si no los tienes bien definidos.
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@miguelhd
Editor en Vitónica
Por esguince nos referimos a una lesión que afecta a los ligamentos, que son las estructuras que fijan los segmentos óseos de una articulación para limitar y dirigir su movimiento. Por lo tanto, ante la pregunta de qué es un esguince, la respuesta es que así se denomina a las lesiones que cursan con estiramiento o rotura (parcial o completa) de las fibras que forman uno o varios ligamentos. Así unesguince se puede producir prácticamente en cualquier articulación, aunque los que más nos suenan sean en rodilla o tobillo por ser las más afectadas por este tipo de lesiones.
Los esguinces se pueden clasificar en función del número ligamentos de la articulación que se vean afectados, pero la forma más habitual de clasificarlos es en función de la gravedad de la lesión. Atendiendo al criterio de gravedad, se suelen clasificar en tres grados:
El mecanismo de producción suele deberse a un movimiento que va más allá del arco normal de movilidad de la articulación. El ligamento se puede romper si el movimiento es violento y de mayor amplitud de la normal.
El esguince más frecuente es el de tobillo. Esto se debe a que es muy típico que se fuerce en casi todos los deportes (al correr, saltar…), incluso en la vida cotidiana, ya que un mal paso, una caída o un desequilibrio usando zapatos de tacón pueden forzar una hipermovilidad del tobillo que lesione los ligamentos. En concreto el esguince más frecuente es de la cara externa del tobillo.
En los tres grados es de vital importancia hacer una adecuada recuperación después de la lesión. Lafisioterapia tiene un papel importante en optimizar la recuperación, para favorecer la vuelta a la actividad y la prevención de recaídas. En el grado III además suele ser necesario previamente eltratamiento quirúrgico.
Ya sea un esguince leve (grado I) o más grave (grados II y III), hay que darle la importancia que tiene. Técnicas contra el dolor (reposo-hielo-compresión-elevación, el famoso RICE) ayudarán a reducir el dolor y la inflamación, y permitir que las estructuras vayan sanando.
Un buen diagnóstico es importante desde el primer momento. Como he dicho, los de grado III pueden no doler, o doler menos que uno de grado I o II. Por eso el dolor o el aspecto no deben ser el criterio que nos haga pensar si es una lesión grave o no. Es sobre todo la impotencia funcional (la dificultad o imposibilidad de caminar) junto con el mecanismo de lesión lo que nos puede hacer pensar que tenemos un esguince o lesión. En cualquier caso, acudiremos siempre al médico para salir de dudas.
En el tratamiento posterior, una vez que el dolor y la inflamación ya se vayan aliviando, habrá que realizar un entrenamiento con ejercicios de tipo propioceptivo y de reacondicionamiento muscular. El objetivo es preparar la zona para que responda a estímulos similares a los que produjeron la lesión, haciendo que el cuerpo sepa responder para minimizar el riesgo de lesión.
@pfisicapadel
Lead editor en Vitónica
El F.C. Barcelona es un ejemplo en muchos sentidos, y en la preparación física no iba a ser menos. En una anterior entrega vimos cómo es el trabajo de coordinación en las categorías inferiores. En el siguiente vídeo el protagonista es Pinto, portero del primer equipo del F.C. Barcelona. La posición de portero es tan específica que necesita un entrenamiento muy concreto.
Si analizamos los movimientos y acciones que realiza un portero a lo largo de un partido podemos concluir diciendo que sus acciones son, generalmente, explosivas, ya sean con saltos para coger un balón (con una pierna o con las dos), o desplazamientos, pudiendo ser estos en todas las direcciones. Para todos esas acciones se requiere tener una gran potencia de piernas.
Para ese trabajo específico de potencia de piernas el F.C. Barcelona utiliza el Vertimax, un aparato basado en un sistema de poleas que permite mejorar la aceleración y velocidad de las acciones trabajadas.
Como se puede observar en el vídeo, el portero del F.C. Barcelona José Manuel Pinto, lleva atado a su cintura un cinturón que a su vez va anclado a las poleas de la plataforma. Los ejercicios se pueden hacer desde la propia plataforma o fuera de ésta.
Se pueden realizar gran cantidad de ejercicios, todos los que nuestra imaginación sea capaz de elaborar. Podemos ir desde los más generales, como los squats con dos o una pierna, o ejercicios más específicos de la posición de portero como pueden ser un desplazamiento lateral más un salto para coger un balón aéreo.
La principal ventaja que tiene el trabajo con este material es que la resistencia a vencer es siempre la misma, ya sea al principio o al final del movimiento, al contrario que cuando trabajamos con gomas elásticas, por ejemplo, que la resistencia aumenta a medida que realizamos el ejercicio.