'Enemigos íntimos'
La Flecha y Real Valladolid Baloncesto brindan un precioso espectáculo en el derbi de la última jornada de la F4 en Pisuerga haciéndose con los dos billetes para el Campeonato de España junior en juego
La Flecha resucitó cuando nadie lo esperaba. El mejor equipo de la fase regular de la Liga Autonómica junior masculina entró en la última jornada de la Final Four celebrada en Valladolid, en el Frontón de Pisuerga, tocado en su línea de flotación tras caer el viernes con estrépito y por sorpresa ante San Pablo Burgos (66-76) pero con la imperiosa necesidad de resucitar ante el anfitrión Real Valladolid Baloncesto, que tras sus dos triunfos ante San Pablo Burgos (86-83) y Colegio Leonés (74-69) tenía el billete para el codiciado Campeonato de España asegurado.
Pero la fuerza de la necesidad dicen que es irresistible. Y a grandes necesidades, grandes diligencias. Porque en el partido que abría la primera jornada san Pablo, que lo tenía todo a su favor, cayó ante Colegio Leonés por 16 puntos (87-103) abriendo el cielo a La Flecha, que dependía de sí mismo para acceder al Campeonato de España de Huelva. Era un todo o nada. Ganar y ser campeón de Castilla y león o perder y ser apeado y abrir todo tipo de especulaciones.
con todo, en el mejor escenario posible, en la cancha de su máximo rival, Real Valladolid Baloncesto, con el pabellón abarrotado, curiosamente con mayoría de hinchada de La Flecha, mostró su mejor versión en un partido espectacular en el que su juego interior, magistral, acabó dictando sentencia.
Y a buen hambre no hay pan duro. Esa necesidad, ese hambre del CB La Flecha, le acabó dando, contra natura, el título autonómico y el pase al Campeonato de España y... por la puerta grande mientras por una parte el Real Valladolid, tremendamente blando e impotente, perdía en su casa el título firmando su peor partido de la F4 en la jornada final (85-79), y por otra Colegio Leonés, que se las prometía felices esperando la lógica, se frotaba los ojos.
Pero el derbi decisivo (más para La Flecha que para el ya clasificado Real Valladolid) tenía algo más que un simple enfrentamiento. Era el duelo también de dos amigos íntimos, Raúl López y Andrés Calvo, entrenadores de Real Valladolid y la Flecha, respectivamente.
Y en esa guerra de 'enemigos íntimos', salió vencedor La Flecha gracias al buen hacer de su juego interior, muy superior, y al liderazgo de su base Rodrigo Rubio (18 puntos), capaz de desequilibrar en los momentos decisivos del encuentro. El Real Valladolid, con el hándicap de contar con varios de sus jugadores importantes de primer año (Núñez, Barnes, Rodrigo...) acabó pagando esa falta de experiencia que te da un año más en la categoría, naufragando en la defensa ante Enrique Rodriguez O'Callaghan (19 puntos) y Manuel González (21 puntos), dueños y señores de la pintura' haciendo y deshaciendo a su antojo ante la pírrica oposición blanquivioleta.
El mejor equipo acabó coronándose campeón pese a todas las dudas que generó su derrota ante San Pablo Burgos y ante un rival, al límite y fundido, que tuvo a su júnior de primer año Rodrigo Núñez a su mejor jugador y flotador al que agarrarse con 21 puntos , secundado por el base también de primer año Rodrigo Sánchez con 16 puntos y un Íñigo Hansen más vigilado que aportó 13 puntos. Y es que la mejor salsa es el hambre.
